Conflicto en el país andino

¿Cuándo se jodió Ecuador?

Es un error conocido pensar que el narcotráfico puede hundir un país. Es exactamente al revés, las mafias de la droga solo son un síntoma de que algo falla, aparecen cuando el Estado ya no funciona.

Ejército y Policía de Ecuador realizan operativos en estaciones de transporte público en Quito

Ejército y Policía de Ecuador realizan operativos en estaciones de transporte público en Quito / EFE/ José Jácome

Rafael Vilasanjuan

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La frase que inmortalizó Mario Vargas Llosa para el Perú, sirve hoy para entender lo que está pasando en Ecuador ¿Qué le ha ocurrido para pasar de tener las cifras de homicidio más bajas de la región, a una de las tasas de criminalidad más altas del mundo? Aunque la deriva nos lleve al narcotráfico, lo que ha llevado a este país de ser considerado una “isla de paz” en el continente, al abismo de estos días, no es solo la droga. 

El narcotráfico se ha hecho con el control de las cárceles, donde secuestran funcionarios y desde donde dirigen su negocio. Sus lideres han decidido atacar al Estado, pero solo por una razón, porque se sienten más fuertes y no quieren amenazas. Pero es un error conocido pensar que el narcotráfico puede hundir un país. Es exactamente al revés, las mafias de la droga solo son un síntoma de que algo falla, aparecen cuando el Estado ya no funciona. Y eso es lo que está ocurriendo en Ecuador.

En una década fruto de populismos y neoliberalismos encadenados se han ido socavando las instituciones del estado. La corrupción es moneda de pago en puestos críticos de la judicatura, de la policía, del ejército y de la política, campo abonado para los carteles de la droga que han abierto sucursales desde México y Colombia. El actual presidente Daniel Noboa, un liberal que cree que puede transformar Ecuador a imagen de EEUU, ha declarado la guerra al narcotráfico y ha militarizado el país.

Pero sabemos lo que ocurre cuando se envía al ejército a combatir las mafias. Cuando se hizo en México en la década de los 90, el número de crímenes se duplicó; en Colombia con un plan financiado por EEUU se acabó ejecutando a inocentes para mejorar unos resultados que nunca acababan de llegar.  Ahora Ecuador quiere copiar al populista salvadoreño Bukele, que ha llevado a su país a un estado de excepción permanente. El problema para los militares es que el enemigo no está enfrente, sino infiltrado en todos los estamentos del estado. Es ahí donde Ecuador se jodió, la droga solo es una consecuencia.

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