Revulsivo
Rafael Jorba

Rafael Jorba

Periodista. Secretario del Comité Editorial de EL PERIÓDICO.

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La ‘generación Macron’

El presidente no solo cambia de fusible –Elisabeth Borne, la primera ministra saliente estaba quemada–, sino que por primera vez opta por un primer ministro de su núcleo duro

Macron designa a Gabriel Attal, de 34 años, como primer ministro para dar oxígeno al Gobierno

El nuevo primer ministro francés, Gabriel Attal, y el presidente Emmanuel Macron, en una imagen de archivo.

El nuevo primer ministro francés, Gabriel Attal, y el presidente Emmanuel Macron, en una imagen de archivo. / LUDOVIC MARIN / AFP

Emmanuel Macron ha vuelto a sus orígenes: ha nombrado nuevo primer ministro de Francia a Gabriel Attal, uno de los jóvenes socialistas que en 2016, un año antes de su triunfo en las presidenciales, activaron el movimiento En Marche (EM) –unas siglas que coinciden con las de su nombre y apellido–. Si Macron fue entonces, a sus 39 años, el presidente más joven de la Vª República, Attal se convierte ahora, con 34 años, en el primer ministro más joven desbancando a Laurent Fabius, actual presidente del Consejo Constitucional, que llegó al cargo en 1984 con 37 años.

El presidente no solo cambia de fusible –Elisabeth Borne, la primera ministra saliente, estaba quemada por las protestas contra la reforma de las pensiones y la polémica tramitación de la ley de inmigración–, sino que por primera vez opta por un primer ministro de la ‘generación Macron’, un joven prodigio a su imagen y semejanza, casi un clon de sí mismo. En efecto, Gabriel Attal, el más popular de sus ministros, hasta ahora al frente de la cartera de Educación Nacional, pertenece al núcleo duro del macronismo desde 2016, cuando abandonó el Partido Socialista y su función de consejero de la ministra Marisol Touraine, hija del sociólogo Alain Touraine.

Los anteriores primeros ministros de Macron provenían de la derecha neogaullista (LR) –Édouard Philippe y Jean Castex– y la tecnocracia socialdemócrata –Élisabeth Borne–, pero Gabriel Attal es un producto de la ‘generación Macron’, con un pasado socialdemócrata, en su día afín a Dominique Strauss-Kahn. Un joven sin complejos, producto de la élite parisina de la ‘rive gauche’, la orilla izquierda del Sena, que se denominó críticamente ‘gauche caviar’. Attal es la carta que se saca de la manga Macron para dar un revulsivo a su segundo mandato presidencial, con la vista puesta en las elecciones europeas de junio y en las presidenciales de 2027.

Macron necesita, a corto plazo, recomponer su mayoría minoritaria en la Asamblea Nacional y evitar la derrota en las europeas de junio. Las encuestas dan ahora 10 puntos de ventaja a la lista del Rassemblement National (el antiguo FN de Marine Le Pen), liderada por el joven Jordan Bardella, de 28 años, la apuesta renovadora de la extrema derecha, con el 31% de intención de voto. En segundo lugar se situaría la lista macronista (21%), encabezada por otro fiel escudero del presidente, Stéphane Séjourné. Se da la circunstancia de que Gabriel Attal, que en su día hizo pública su homosexualidad, es su pareja.

El futuro de Macron está ligado a la suerte de esta “pareja en el corazón del poder”, como la describió un artículo de ‘Le Monde’ (1 de noviembre de 2021). La apuesta por Gabriel Attal, a medio plazo, tiene también una clave sucesoria: el presidente Macron, tras dos quinquenios presidenciales, no podrá presentarse a la reelección en el 2017. Hasta ahora todos los candidatos potenciales del macronismo provenían de las filas conservadoras (LR) como es el caso de su exprimer Édouard Philippe o de su actual ministro de Economía, Bruno Le Maire. Ahora sitúa a un macronista ‘de izquierdas’ en la carrera sucesoria.

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