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La hábil salida del Gobierno de Calviño

Nadia Calviño será la nueva presidenta del Banco Europeo de Inversiones

Nadia Calviño será la nueva presidenta del Banco Europeo de Inversiones / Simon Wohlfahrt/Bloomberg

Gemma Martínez

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Nadia Calviño encara sus últimas semanas como vicepresidenta primera del Gobierno español tras lograr los apoyos necesarios para asumir la presidencia del Banco Europeo de Inversiones (BEI), brazo financiero de la Unión Europea, a partir de enero. El nombramiento de Calviño es una buena noticia, porque será la primera mujer que llega a lo más alto del BEI en sus 65 años de historia y porque corrige la infrarrepresentación de España en la cúpula de las instituciones europeas. La cuarta economía de la UE debe aspirar a una mayor participación de la que tiene con las vicepresidencias de Luis de Guindos (Banco Central Europeo) y Josep Borrell (Comisión Europea). 

La designación también es bienvenida porque enmienda dos anteriores fracasos diplomáticos de España y de la propia Calviño, que intentó, sin éxito, hacerse con la dirección del Fondo Monetario Internacional (2019) y la presidencia del Eurogrupo (2020).  

La gallega ha sido hábil en el momento elegido para dejar el Gobierno español, al que llegó en 2018 con un marcado perfil técnico y con la ortodoxia de alta funcionaria europea como brújula. Cinco años después, en cambio, vuelve a Europa con una imagen mucho más politizada, pragmática y populista, tanto que hasta los empresarios le han silbado en público. Su legado definitivo todavía está por escribir, pero ella es la autora material de las respuestas económicas que España ha dado ante acontecimientos externos (como la pandemia del covid o la inflación tras la guerra de Ucrania) e internos (Gobierno de coalición entre PSOE y Podemos). Gracias a ellas y a la eliminación temporal de las reglas fiscales de la Unión Europea, la economía española goza hoy de buena salud, aunque se desacelere.

El relevo de Calviño al frente de Economía lo tendrá mucho más complicado, con un Gobierno integrado por múltiples almas ideológicas -también en lo económico- y con una Unión Europea que instaurará de nuevo las reglas fiscales y exigirá políticas de austeridad.

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