Informe PISA

La educación importa poco al Govern

Hace años que bajamos y bajamos escalones, pero esto no ha merecido ninguna comisión parlamentaria para analizar el porqué, ni para señalar los cambios que habría que hacer con urgencia para enderezar la situación

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Aula de un instituto catalán.

Aula de un instituto catalán. / ZOWY VOETEN

Ramon Espadaler

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El Govern de la Generalitat de Catalunya, que dice confiar en los Mossos y en la policía, ha impulsado la creación de tres comisiones (dos de investigación y una de estudio) en lo que llevamos de legislatura para analizar su trabajo. La policía está bajo sospecha desde el minuto cero de la presente legislatura. No hay ningún otro colectivo de la función pública que esté tan vigilado como la policía; no hay ningún otro cuerpo funcionarial que haya tenido que venir tan asiduamente al Parlament a dar explicaciones de lo que hace o deja de hacer y no hay ninguna otra política tan obsesivamente controlada como la de seguridad.

Contrasta ver como, junto a este celo por la labor policial, hay otras políticas sectoriales -el resultado de las cuales es más que preocupante- que no merecen ni de lejos la atención del Govern ni de los grupos parlamentarios que lo apoyan.

El caso más escandaloso de este olvido, visto el informe PISA, es la política educativa. Hace años que bajamos y bajamos escalones, pero esto no ha merecido ninguna comisión parlamentaria para analizar el porqué, ni para señalar los cambios que habría que hacer con urgencia para enderezar la situación.

Cada Govern marca sus prioridades. Es evidente que el actual no tiene la educación entre ellas, como si no nos fuera el futuro individual y colectivo de las generaciones más jóvenes, es decir, el futuro del país.

Enderezar la pésima fotografía que nos deja otra vez el informe PISA, debería ser cuestión de Estado o, si se quiere, prioridad del Govern. Pero, desgraciadamente, no es así. Al Govern le preocupa mucho más complacer a los colectivos antisistema poniendo la policía bajo sospecha día sí, día también, que sumergirse en las razones del fracaso estrepitoso de nuestro modelo educativo. El marcador está claro: tres comisiones parlamentarias para vigilar la policía, ninguna para profundizar en las causas del fracaso del modelo educativo. Fatal.