La urgencia y el consenso: un acuerdo de mínimos para descarbonizar el país

Firman este artículo: Alejandro Labanda (director de Transición ecológica de beBartlet), Diego Gago (Portavoz del PP en la Comisión de Cambio Climático en el Congreso de los Diputados 2019-2023), Juan Lobato (Secretario general del PSOE-PSM y presidente del Grupo Parlamentario socialista en la Asamblea de Madrid), Héctor Tejero (Diputado de Más Madrid y Responsable del área de Transición Ecológica de Más Madrid) y Elena Llorente (Portavoz de Ciudadanos en la Comisión de Economía del Parlamento de Navarra 2019-2023).

El cambio climático es uno de los mayores desafíos a los que nos enfrentamos. Para frenarlo, hay que actuar con urgencia. El impacto que tiene en toda la economía y en nuestras vidas debe llevarnos a buscar soluciones basadas en el consenso. Bajo estos dos principios, la necesidad de actuar y de llegar a acuerdos, los firmantes, un grupo de políticos y expertos, hemos intercambiado conocimiento en los últimos meses y compartimos un conjunto de principios básicos que, a nuestro juicio, pueden guiar la acción política para la descarbonización y que se recogen en el siguiente decálogo.

 1. La transición ecológica debe ser una cuestión transversal a la acción de gobierno aplicando políticas públicas basadas en la ciencia. En una materia tan sensible y que afecta a toda la ciudadanía por igual debemos pasar de la confrontación ideológica a la competencia por la gestión, cada uno desde nuestras prioridades y visiones. 

2. España tiene ante sí una gran oportunidad para seguir avanzando en nuestro desarrollo: la reindustrialización verde. Afortunadamente, nuestro país afronta este proceso desde un punto de partida destacado. 

3. Para lograr la Transición Ecológica, debemos implicar a todos los actores, fomentando la colaboración público-privada, garantizando una regulación estable y dotando a la administración con recursos y capacidad de respuesta.

 4. Contamos con muchas horas de sol y viento que permiten generar energía renovable a precios competitivos. Esto es una enorme ventaja que debemos aprovechar para ganar una autonomía energética que contribuirá a aumentar nuestra posición internacional. Esta autonomía energética creemos que debe desarrollarse a través de la innovación, el almacenamiento, las energías renovables, el desarrollo de nuevas fuentes y tecnologías, o la generalización del autoconsumo. Con la transición energética podemos crecer de manera sostenible creando nuevos empleos de alto valor añadido.

5. Para complementar todas estas acciones y acelerar la transición, es imprescindible la formación de profesionales que cumplan los requisitos que requiere la industria verde. El sector privado juega un rol esencial en este proceso pues es quien tiene la capacidad de inversión y de despliegue de estas nuevas fuentes de energía. 

6. Igual de importante es la fiscalidad verde, como política pública fundamental. Su implementación debe estructurarse a partir de las evidencias disponibles y buscando generar efectos progresivos. 

7. No hay transición ecológica sin un pacto territorial que garantice el equilibrio y la cohesión en el campo y los entornos urbanos. Coincidimos en que uno de los principales retos es superar las brechas sociales, para lo que es imprescindible contar con licencia social en el desarrollo de las nuevas fuentes de energía basada en el diálogo con todos los actores de la sociedad implicando a la ciudadanía en el proceso Las nuevas tecnologías verdes deben ser accesibles a toda la población y deben tener aceptación social. 

8. En este sentido, tenemos claro el papel crucial de las ciudades y su evolución hacia nuevos modelos de urbanismo que aumenten su eficiencia energética. 

9. Igualmente, en materia de transporte, debemos avanzar hacia una nueva hoja de ruta, centrada en la descarbonización, en la electrificación de la movilidad, en las nuevas fuentes de energía y en el transporte público. Es especialmente importante garantizar a futuro el empleo en este sector, clave para nuestro país. 

10. Por último, a todos nos preocupa la escasez hídrica que sufre España. Necesitamos un Pacto del Agua para regular su uso, hacer frente a las cada vez más frecuentes sequías y garantizar la estabilidad económica y social. Los firmantes consideramos que estas medidas constituyen una base sólida para la descarbonización de nuestro país proporcionando los principios generales y una hoja de ruta para un acuerdo de mínimos con ambición y pragmatismo, desde la urgencia y el consenso. La próxima será la legislatura de la verdad a todos los niveles para cumplir los objetivos de energía y clima a 2030. Seguiremos trabajando para ello.