Envejecimiento

Mientras el cuerpo aguante

Como hasta ahora no hemos podido frenar el impacto del paso del tiempo en nuestro cuerpo, nos hemos llegado a creer que la edad es un estado mental

La búsqueda de la inmortalidad, por Salvador Macip

Personas mayores haciendo ejercicio en Barcelona, frente a la playa.

Personas mayores haciendo ejercicio en Barcelona, frente a la playa.

Agnès Marquès

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Después de unos meses ya empiezo a llevar con naturalidad las primeras gafas de mi vida. Las de cerca. Las de vista cansada. Primero fueron algunas canas, ahora ya son algunas canas y la vista cansada. Nada que no sea propio de mi edad, así que calma, Agnès. Al menos, de momento. La eterna juventud, hacer la cobra al envejecimiento, es uno de los grandes misterios de la humanidad. Hay quienes lo intentan por fuera al estilo reina Letizia y otros lo intentan de verdad, como los investigadores Manel Esteller y Salvador Macip, ahora centrados en encontrar la manera de frenar el envejecimiento o, como dicen ellos, de alargar al máximo la vida saludable. Ya hace unos años, Josep Maria Mainat se jugó el tipo y el adjetivo de excéntrico al hacer público que se proponía no envejecer y que invertía una fortuna para frenar su envejecimiento. Hoy la ciencia le da en parte la razón porque él ya hace años que dice que lo que debe curarse no son las enfermedades una por una, sino que se debe “curar” el envejecimiento porque la vejez es la madre y el origen de todas las enfermedades. Ahora, desde el ámbito científico Esteller y Macip aseguran que ya se está muy cerca de conseguir fármacos para frenar el envejecimiento y que ya se están probando en personas.

Me pregunto cómo seremos si dejamos de envejecer. No sé si mientras el cuerpo aguante, el swing quemará por dentro, como canta Miguel Ríos que el sábado actúa en el Palau Sant Jordi, o si resultará que envejecemos antes de que lo hagan nuestros tejidos solo por el hecho de vivir, de acumular experiencias, de los desengaños, del desencanto.

Como hasta ahora no hemos podido frenar el impacto del paso del tiempo en nuestro cuerpo, nos hemos llegado a creer que la edad es un estado mental. Una falacia para paliar la derrota contra el paso de tiempo que se han hecho venir bien los que viven sin perder la ilusión. Pero también hay quienes llegan al final francamente agotados, y con su cuerpo sin envejecer quizás sí que habremos conseguido hacer realidad aquello de que la edad pase por el alma.