NEWSLETTER

Aragonès, Illa y la claridad

El politólogo Marc Sanjaume y el 'president' Pere Aragonès.

El politólogo Marc Sanjaume y el 'president' Pere Aragonès. / Ferran Nadeu

Albert Sáez

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Cuando un conflicto se enquista hay quienes lo convierten en su modo de vida, sea económico o político. Mantener que el 1-O fue un referéndum válido cuando se hizo con las reglas de una sola de las partes y sin amparo legal reconocido es una manera de eternizar la situación catalana que puede dar algún rédito electoral, pero que no soluciona nada ni siquiera para los que desean la independencia. En este momento, es una retórica que se puede llevar por delante un eventual acuerdo de investidura. Pero es una retórica, lo quieran o no, que trasluce una cierta debilidad de ese sector del independentismo. De igual forma, comparar la situación actual de España con los Balcanes es un insulto a la inteligencia y una falta de respeto a los muertos de esa guerra. Es también una fórmula que puede dar algún rédito electoral, pero que no soluciona nada y cronifica la situación.

El actual presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, puso en marcha, tras la salida de Junts del gobierno, una comisión académica que hiciera un dictamen sobre las condiciones en las que se podría alcanzar un acuerdo como el del Quebec, fundamentado en el concepto de claridadEL PERIODICO avanzó el contenido del dictamen el pasado miércoles y este lunes lo presentó Aragonès. Más allá del paralelismo con el tema canadiense, discutible como todo paralelismo, la propuesta tiene una virtualidad que, lamentablemente, no se ha abierto paso: es una propuesta que versa sobre el método de afrontar el debate sobre la independencia de Catalunya. Y el documento ofrece alternativas para hacerlo dentro de la Constitución. Aragonès ha anunciado que llevará el tema a una mesa de partidos catalanes que convocará cuando haya gobierno en Madrid. Esa es una deuda que tiene pendiente con el PSC desde la anterior legislatura. Los socialistas han agradecido el pago de la deuda pero han advertido que no irán a hablar de un referéndum. El reto de Aragonès es adaptar el dictamen a las exigencias del primer partido del Parlament. Y, si se dan las condiciones, Illa debería explorar esa pista de aterrizaje para seguir avanzando en la resolución del problema como se ha hecho hasta ahora. Es lógico que a los socialistas se les haga bola tratarlo en el preciso momento de defender la amnistía, pero, a futuro, ese dictamen es el camino para quienes, como Illa y Aragonès, quieren solucionar el tema y no solo malvivir políticamente de su existencia. 

Suscríbete para seguir leyendo