Apunte

Tenemos sucesor

TENNIS-GBR-WIMBLEDON Carlos Alcaraz celebra el último punto y el triunfo en Wimbledon a costa de Novak Djokovic.

TENNIS-GBR-WIMBLEDON Carlos Alcaraz celebra el último punto y el triunfo en Wimbledon a costa de Novak Djokovic. / Glyn Kirk / AFP

Javier Duarte

Javier Duarte

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Nos vamos a seguir divirtiendo bastantes años más. Esperemos que Rafa Nadal nos dure todavía un tiempo, pero ya estamos viendo quién será, es, su relevo. No solo del tenis español, sino también al sucesor de los tres grandes. Carlos Alcaraz tendrá que luchar mucho y sufrir mucho para acercarse a ellos, con dos Grand Slams, de momento en su palmarés. La victoria de hoy no implica que vaya a batir siempre a Novak Djokovic, pero es el tenista más completo y más capacitado de la nueva generación. No sólo a nivel técnico y físico, sino psicológico.

Afrontaba una prueba extraordinaria, con el título de Wimbledon en juego, que ya de por sí es un reto mayúsculo, pero con el añadido del precedente de la semifinal con Nole de Roland Garros. Por mucho que lo hubieran hablado con los técnicos, y seguro que lo trataron en los preparativos, el desenlace del primer set invita pensar que ese recuerdo pesó.

Alcaraz, eufórico, celebra la conquista de Wimbledon.

Alcaraz, eufórico, celebra la conquista de Wimbledon. / Glyn Kirk / AFP

Un partido extraño

Fue un partido ciertamente extraño, con muchos vaivenes. Extraño también porque ser muy largo pese a que hubo dos sets con 6-1. Los juegos fueron muy disputados. Cada punto era carísimo.  

Carlos salió con muchas ganas, muy impetuoso, y cometió errores que brindó un triunfo parcial muy fácil a Djokovic.

Ese comienzo raro continuó en el segundo set, bien encarrilado por Alcaraz y que, sin embargo, llegó al tie break, con una desventaja de 5-6 para Djokovic. El serbio cometió dos errores impropios de él en dos fáciles reveses para perder esa ventaja, ceder el set y también el tercero. Se rehizo de esos síntomas de debilidad tras pasar por los vestuarios y remontó imponiéndose en la cuarta manga.

Ahí volvió a empezar la final. Restablecido el equilibrio, soltados todos los nervios y preocupaciones, el mejor de la historia en resultados y el mejor candidato a despojarle del trono nos ofrecieron un tenis fantástico. De la máxima calidad. Con la finura y el temple que les caracteriza, se impuso la ilusión de Carlos por echar París de su mente para coronarse ante toda la realeza concentrada en la pista central.