Ágora

Divulgación de la sostenibilidad: revolución regulatoria en Europa

El Pacto Verde sitúa la información no financiera de las empresas al mismo nivel que la financiera

Sostenibilidad opinión

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Antonio Capella Elizalde

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Si se analiza con perspectiva histórica, la información financiera lleva miles de años de ventaja sobre la información no financiera o de sostenibilidad. En el Museo Semítico de Harvard se pueden contemplar algunas tablillas de arcilla de la Edad de Bronce que utilizaban en Mesopotamia para contabilizar las transacciones agrícolas y ganaderas. Esto se considera el origen de la contabilidad financiera.

Y una catástrofe financiera como el 'crack' de 1929 en Estados Unidos, hace casi 100 años, provocó que se promoviera el New Deal como enmienda a la irresponsabilidad de la especulación financiera que había llevado al desastre. Y a la vez era una declaración de intenciones: la crisis debía aprovecharse para transformar la sociedad. Y en eso se focalizó el presidente Roosevelt, con más o menos aciertos.

Otro hito clave también, este en la historia reciente, ha sido el impulso del Green Deal a finales de 2019, el Pacto Verde Europeo de la Unión Europea. Constituye la hoja de ruta para hacer que la economía de la UE sea sostenible y es origen del tsunami regulatorio que tenemos actualmente encima de la mesa.

A destacar la Corporate Sustainability Reporting Directive (CSRD) aprobada en noviembre de 2022, por la que se regula el marco de información corporativa sobre cuestiones medioambientales, sociales y de gobernanza. Esta nueva directiva refuerza las normas vigentes en materia de divulgación de información no financiera introducidas en la anterior directiva de 2014 y deberá ser transpuesta a legislación nacional.

Implicaciones para las empresas

Las implicaciones para las empresas europeas derivadas de esta nueva regulación son muy profundas en lo que a divulgación sobre sostenibilidad se refiere, y afectará de forma escalonada según tipología de empresa a los reportes a publicar a partir de 2025.

Entre otras implicaciones, sitúa la información no financiera al mismo nivel que la información financiera, obliga a un proceso de aseguramiento por un tercero independiente de la información a publicar, instaura unos estándares comunes de 'reporting' para toda Europa –los European Sustainability Reporting Standards (ESRS)–, y siempre bajo un análisis de materialidad de asuntos ESG desde una doble perspectiva, tanto financiera como de impacto.

Además, también se requiere el reporte del nivel de alineamiento con la taxonomía europea para actividades sostenibles. El Grupo Consultivo Europeo en materia de Información Financiera (EFRAG) es quien está trabajando los estándares de 'reporting', con el esfuerzo que conlleva la elaboración de un elenco de estándares de una importancia sin parangón para Europa.

Y además, y derivado del Pacto Verde, también existen otras regulaciones como la Corporate Sustainability Due Diligence Directive, todavía en fase de propuesta, que busca la debida diligencia en sostenibilidad y derechos humanos en las cadenas de suministros de las compañías. O el reciente paquete europeo Fitfor 55 que busca conseguir una reducción del 55% de las emisiones de CO2 en 2030.

Desde el Hub de EY Rethinking Sustainability estamos viendo cómo cada vez más las compañías integran la sostenibilidad en sus estrategias para afrontar con éxito todos estos retos y oportunidades. El escrutinio es cada vez más activo y sitúa en el punto de mira, como no podría ser de otra manera, a las compañías que hacen 'greenwashing' [ecoblanqueo].

Estamos ante la tormenta perfecta. Sepamos jugar el partido con inteligencia.