APUNTE

Mirotic y su refugio

mirotic

mirotic / ACB photo

Sònia Gelmà

Sònia Gelmà

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

No todos los socios del Barça son aficionados al baloncesto. Ni todos los seguidores del baloncesto azulgrana conectan con lo que pasa en el Camp Nou. El Palau tiene su propio ecosistema y así lo ha demostrado en las últimas horas.

Más allá del rendimiento deportivo que ha ofrecido Mirotic en estos cuatro años, el Palau ha conectado desde el primer día con un jugador que renunció a la mejor liga de del mundo para jugar para ellos. Dejó la NBA cuando por edad y ofertas tenía aún un largo recorrido. Su decisión respondió sobre todo a temas familiares y sorprendió que apostara por el Barça cuando hasta entonces era un símbolo blanco. No lo hizo para jugar gratis, obviamente. El montenegrino no tiene ninguna culpa de que Josep María Bartomeu fuera, una vez más, excesivamente generoso con un dinero que no era suyo. La ficha que le ofreció era acorde a su calidad, pero no al presupuesto de un equipo europeo.

En este contexto, se entiende el cariño que los aficionados azulgranas le han demostrado desde que se supo que el club iba a prescindir de sus servicios, justo antes del inicio de la final contra el Madrid. Mirotic supuso en su día la ilusión, y ha conseguido esa identificación a la que cuesta llegar hoy en día ante tanto cambio de caras en las plantillas.

Laporta ha tomado una decisión que la mayor parte de sus socios puede comprender. En épocas de recortes salariales, el Barça no se puede permitir una ficha de tal magnitud en una sección deficitaria. Otra cosa es que el Palau, donde se viven sentimientos y no balances contables, quiera conservar a su jugador franquicia.

A la espera de las explicaciones del club, el jugador se adelantó. Ha ganado el relato, al menos en esa pista que hasta hoy era su casa, donde su conexión es inversamente proporcional a la de Laporta. El presidente azulgrana es un agente extraño en el Palau. Ya fue silbado en su anterior mandato. Quizás por eso, el viaje a Qatar le impidió estar en alguno de los dos partidos de la final.

Suscríbete para seguir leyendo