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El Gobierno y la muñeca chochona

Las elecciones son como una tómbola y los políticos, cual feriantes, a grito pelado ofrecen regalos por doquier

Un joven con un altavoz autoamplificado y con conexión bluetooth, en una tómbola en el barrio de Sant Antoni.

Un joven con un altavoz autoamplificado y con conexión bluetooth, en una tómbola en el barrio de Sant Antoni.

Sílvia Cóppulo

Sílvia Cóppulo

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Por dos eurillos, los jubilados podrán comprar una entrada para el cine todos los martes. ¡Mira qué bien! El resto del coste lo paga el gobierno. ¿Hay que culturizar a los ancianos o es que las pensiones no dan para el lujo fílmico? Y, en nada, 50.000 pisos se saca de la Sareb el Gobierno para alquiler “social y asequible”. Claro que, en España, hay solo un 2,5% de vivienda pública frente al 9,3% de media de la UE. Y, ¿de qué se quejan los jóvenes? Este verano podrán viajar por Europa con el Interrail por la mitad de precio. Con un descuento del 90% en los trenes y buses que dependen del Estado y un 50% en el AVE. Además, 400€, regalados, a los que este año cumplen los 18 para conciertos, teatro, libros…Parecería que el Gobierno está que se sale, ¿verdad? Pues aquí van dos apuntes.  

Primero, como bien analizan nuestros compañeros en estas páginas de EL PERIÓDICO, lo bueno, lo positivo para el futuro de los jóvenes y del país son las políticas que mejoran la productividad a largo plazo. Y cuando uno se fija en los Presupuestos Generales del Estado en función del grupo de edad de las personas, resulta que los mayores incrementos son para las personas de edad avanzada. ¿Porque lo necesitan más o porque votan más? 

Segundo apunte: lo emocional. Las elecciones son como una tómbola y los políticos, cual feriantes, a grito pelado ofrecen sus muñecas chochonas por doquier. En España, lleva años creciendo la polarización afectiva. Los partidos están más divididos por ideología e identidad, que por las políticas que llevan a cabo. Así pues, nos confunden con regalos de pompas de jabón. Cuentan bien a qué grupo social se dirigen (mayores, jóvenes, mujeres, etc.) y calculan cuántas muñecas-regalo cuesta arrancar el voto emocional rápido a los indecisos o a los que se abstendrían. ¿La oposición exige que se rindan cuentas de las políticas y de los presupuestos ejecutados? ¿La ciudadanía evalúa a sus gobiernos en base a lo cumplido? Somos libres para decidir o no el voto de la muñeca chochona. Pero, si no vamos más allá, esto continuará siendo una tómbola. 

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