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El orden de los factores altera el alcalde

A una semana de las elecciones, Colau y Trias son los que tienen más fidelizados a sus votantes de 2019

encuesta Gesop mudo

encuesta Gesop mudo

La encuesta del Gesop sobre los comicios del 28M a una semana de las votaciones dibuja una situación muy abierta. Tres candidaturas, PSC, Comuns y Junts se disputan el primer puesto cuando todavía hay un número de indecisos que pueden alterar el orden entre los tres aunque todo indica que Jaume Collboni parte con una leve ventaja. Ada Colau y Xavier Trias concentran ya una parte muy importante del voto decidido, pero entre los que votaron a los socialistas y a los republicanos hace cuatro años aún hay muchos indecisos, lo cual confiere mucha importancia a esta última semana de campaña en la que todos echarán el resto. Lo mismo ocurre con el destino final de los votantes de aquel Ciudadanos con Manuel Valls. Cuatro de cada 10 aún no saben a quién votarán.

Tras ocho años con Ada Colau como alcaldesa, primero por sorpresa y después de carambola, la disyuntiva de muchos de esos indecisos es entre continuidad y cambio y más concretamente entre qué tipo de continuidad y qué tipo de cambio. La continuidad sin matices la representa única y exclusivamente la opción de Colau que ha gestionado una agenda para Barcelona muy similar a las de las grandes metrópolis globales. Pero que lo ha hecho con un estilo abrupto que siembra la duda en algunos ciudadanos sobre si no ha significado la pérdida de algunas oportunidades con polémicas más basadas en la ideología que en las soluciones reales. Barcelona no está en decadencia, pero ha perdido algunas oportunidades por esa falta de consenso que, a menudo, solo se puede impulsar desde la alcaldía. El cambio sin matices ha acabado encarnándolo Xavier Trias con un programa tan contundente como simple: «fuera Colau». Trias adolece de la virtud de haber sido alcalde, pero siembra la incertidumbre sobre si lo podría ser de la misma manera porque su partido ya no es el mismo y la ciudad, tampoco. Colau y Trias ya tienen a sus votantes movilizados y no pasan del empate según casi todos los sondeos. En cambio, Collboni y Maragall tienen esta semana un margen de mejora porque algunos más de los que les votaron hace cuatro años les podrían votar, especialmente en el caso del socialista que tiene a tiro una porción importante de voto de Ciudadanos que puede considerarlo una opción útil para el cambio con matices. 

Esos votantes indecisos deberían tener claro antes de introducir su papeleta que el sistema electoral municipal no es igual que el del Congreso de los Diputados o el del Parlament. La candidatura que logre más votos conseguirá la alcaldía excepto en el caso de que algún otro candidato sume 21 votos en el caso de Barcelona. Por lo tanto, en este caso, el orden de los factores altera el producto. Colau reclama quedar primera para evitar que una suma alternativa le arrebate la vara como hizo ella hace cuatro años con Ernest Maragall. Si Trias es el que queda primero, corre el riesgo de que Comuns, PSC y Esquerra sumen. En los dos casos, se impondría un mensaje de continuidad de los ciudadanos. De manera que la única posibilidad irrefutable de que se produzca el vuelco es que el candidato de otra fuerza de izquierdas quede por delante y, a priori, el más bien situado es Collboni. Continuidad y cambio tienen candidatos claros si entendemos la lógica del sistema electoral.