Ágora

El surgimiento del biodiseño sintético

La IA permite encapsular la complejidad molecular de las proteínas acumulado a lo largo de la evolución, pero también diseñar componentes que nunca han existido

Estructura del ADN

Estructura del ADN

Marc Güell

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Como ya dijo Steve Jobs, "las mayores innovaciones del siglo XXI estarán en la intersección entre la biología y la tecnología". Y de hecho, hoy en día no solo somos capaces de leer y escribir ADN, sino que además la inteligencia artificial (IA) nos ayuda a empezar a pensar en el lenguaje de la vida.

La vida es un fenómeno sumamente especial que se da en el universo. Perpetúa el orden a lo largo del tiempo con un sistema químico altamente restringido 'destinado' a perdurar a través de la replicación, expandiendo esta maquinaria molecular que desafía a la entropía. Toda esta complejidad está codificada en el ADN, que, incorporado en el marco molecular adecuado, transfiere la información necesaria para perpetuar la vida. Una hermosa trampa química que ha posibilitado la evolución de múltiples seres vivos con una serie de propiedades fascinantes.

La vida ha pasado a constituir la maquinaria molecular más sofisticada que existe mucho más allá de nuestra capacidad de diseño. Animales creados con los mismos bloques esenciales que tú y yo son capaces de resistir la radiación cósmica o desafiar al cáncer. La naturaleza ha servido de inspiración a los biólogos sintéticos de nuestro tiempo, que se esfuerzan por valerse de la vida para ofrecer soluciones a los mayores retos de la humanidad, y también a artistas e inventores como Gaudí, Dalí o Leonardo da Vinci.

La biología atraviesa tiempos exponenciales. Las tecnologías de lectura y escritura han avanzado a un ritmo vertiginoso, lo que nos ha permitido comprender y construir vida utilizando su lenguaje genuino: el ADN. Los sistemas biológicos están siendo programados con funciones sintéticas para afrontar los mayores desafíos de la humanidad en materia de salud y bienestar planetario.

Sistema inmunitario

La biología sintética será clave en la cuarta revolución industrial y resultará fundamental para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, permitiendo programar genéticamente el sistema inmunitario para atacar el cáncer o enseñando a los microbios a fermentar nailon o biocombustibles. Avances surgidos de la creatividad de científicos y tecnólogos que se han convertido en sofisticados ingenieros de la vida y han pirateado los sistemas biológicos refactorizando, reutilizando y recombinando partes biológicas naturales. En otras palabras, diseños inspirados y compuestos por partes naturales o con modificaciones relativamente menores de estas. 

Recientemente ha aparecido un gran aliado que dota de inteligencia a esta maquinaria tan singular. De forma muy similar a como ChatGPT ha entendido el lenguaje humano y puede producir oraciones sintéticas, la IA va adquiriendo una notable comprensión del lenguaje de la vida y puede predecir la estructura de las proteínas, diseñar y crear proteínas sintéticas con funcionalidades avanzadas o estructuras concretas.

La IA permite encapsular la complejidad molecular de las proteínas acumulado a lo largo de la evolución, pero también diseñar componentes que nunca han existido y así posibilitar una evolución no solo dirigida pero 'informada'. Disponer de algo como ChatGPT que 'habla proteína' resulta transformador; será esencial para empezar a diseñar componentes de vida realmente sintéticos.

La sinergia entre la biología sintética y la IA ampliará nuestra capacidad para diseñar sistemas biológicos y nos impulsará hacia una nueva ola de innovación realmente sintética en la construcción de vida. Nos esperan tiempos apasionantes.

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