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Alerta ante las bandas criminales

Es necesario mantener la coordinación policial para evitar que las bandas echen raíces en Catalunya

La banda desarticulada en Nou Barris es el intento más serio de crear una mara en España.

La banda desarticulada en Nou Barris es el intento más serio de crear una mara en España.

Hace poco más de un año, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, decretó el estado de excepción tras una oleada de violencia que elevó la media de homicidios a 10 diarios, con picos superiores a los 60. La mayoría de los asesinatos fueron cometidos por las denominadas maras, pandillas convertidas en organizaciones criminales con ramificaciones internacionales. Creadas en Los Ángeles (EEUU), las más conocidas son Barrio 18 (actualmente más extendida en Honduras) y MS13, en El Salvador y se organizan en 'clicas' o tribus, sus unidades mínimas de implantación.

Trece meses después del decreto presidencial, duramente criticado por la supresión de garantías procesales para los detenidos, y tras el encarcelamiento de miles de supuestos miembros de las maras, la tasa de homicidios salvadoreña es ahora inferior a una al día. Con una consecuencia relevante: los cuerpos policiales han constatado que la dureza de Bukele ha provocado el desplazamiento de varios miembros de las maras a países cercanos, como Guatemala, México, Honduras o Costa Rica y también ha puesto en alerta a la Policía Nacional y a la Guardia Civil, que forman parte de un grupo de trabajo internacional, liderado por el FBI, que se reúne periódicamente para estudiar los movimientos de estas bandas de comportamiento sectario y mafioso.

La atención policial hacia estos grupos tiene justificación. Sin ir más lejos, en febrero pasado la Policía Nacional y la Guardia Urbana de Barcelona activaron en el distrito de Nou Barris un dispositivo que permitió cortar de raíz el intento más serio de arraigo de una mara en España. Fueron arrestados 16 hombres, la mayoría jóvenes, entre los cuales se encontraba un residente en la ciudad de 37 años, que presentaba conexiones con la mara hondureña Barrio 18.

Más allá de si se trata de un hecho aislado o de si es el indicio de una actividad más importante, hay que señalar que la actuación de organizaciones criminales violentas en Catalunya no se limita a la posible presencia de las maras. El reciente tiroteo de Salou, donde tres pistoleros asesinaron a dos ciudadanos, todos de nacionalidad francesa, en lo que todo apunta a un ajuste de cuentas entre bandas relacionadas con el tráfico de drogas (y que fue la repetición de un suceso parecido, registrado en 2022 en la misma localidad), añade un elemento de preocupación ante la posibilidad de que Catalunya ya no sería solo tierra de paso en el tráfico de estupefacientes sino sitio de implantación, en el que las bandas dirimen sus diferencias de manera violenta e, incluso, de fabricación. Así sucede en el caso del cánnabis, tras la constatación de que el cultivo de marihuana está extendido por todas las comarcas y donde fuentes policiales confirman que Catalunya dejó de ser zona de tránsito para convertirse en productora y exportadora al resto de Europa, donde el precio de venta de la droga puede duplicar y triplicar su valor, lo que a su vez ha favorecido la atracción de organizaciones criminales.

Sin crear alarmismos innecesarios, hay que ser conscientes de que quizás estamos en una nueva etapa (aún incipiente) en cuanto a la actividad en Catalunya de bandas criminales organizadas y que debe hacerse lo necesario para mantener y aumentar la coordinación policial, a nivel interno y externo, para evitar que dichas organizaciones, sean maras o de cualquier otro tipo, echen raíces aquí.