Sanidad en campaña

Ayuntamientos, elecciones y salud

Prever y evaluar el impacto en la salud pública de cualquier política es esencial y supone una gran responsabilidad para los consistorios, pero las campañas apenas hablan de ello

Leonard Beard

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Joan Guix

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El próximo 28 de mayo tenemos elecciones municipales.

Ya hemos podido ver algunos de los programas electorales y sorprende el hecho de que el tema sanitario esté prácticamente ausente, como si no fuera trabajo también de los ayuntamientos.

Siempre se ha dicho que el ayuntamiento es el nivel de la administración más cercano a los ciudadanos. Cierto. Pero los ayuntamientos también desempeñan un papel importantísimo, especialmente a la hora de la prevención y la generación de salud en su comunidad.

Podríamos considerar tres grandes áreas en las que los ayuntamientos pueden y deben actuar en este terreno: un alcance competencial, es decir, de actividades de control y vigilancia, obligatorias por ley; un campo de planificación y gestión de políticas locales con impacto sobre la salud de la comunidad; y una tercera área de participación en la gobernanza del sistema sanitario a diferentes niveles.

Los ayuntamientos, según la legislación vigente, tienen competencias claras en el terreno de la protección de la salud en el control de establecimientos alimenticios minoristas como carnicerías, víveres, etc. También con respecto a las aguas de consumo, piscinas públicas o tatuajes y micropigmentaciones, salubridad de las viviendas y espacios de concurrencia pública, gestión de desechos o algunos aspectos relacionados con la contaminación y los riesgos ambientales, así como en el terreno de la educación para la salud, entre otros. El alcalde o alcaldesa son autoridad sanitaria, y tienen la obligación de ejercerla. Ciertamente, muchos municipios catalanes no disponen de los recursos suficientes como para poder afrontarlo, pero por eso existen alternativas para hacerlo con otras administraciones de forma conjunta. Puede hacerse. Debe hacerse.

La salud de una comunidad no es fruto de la casualidad. Es consecuencia del impacto de los determinantes sociales de la salud que, según la OMS, no son más que las circunstancias en las que las personas nacen crecen, trabajan, viven y envejecen, incluido el conjunto más amplio de fuerzas y sistemas que influyen sobre las condiciones de la vida cotidiana. Estas fuerzas y sistemas incluyen políticas y sistemas económicos, programas de desarrollo, normas y políticas sociales y sistemas políticos y, en su mayoría, son factores externos a los sistemas sanitarios.

Ecosistemas

Por otra parte, es necesario considerar a las poblaciones como verdaderos ecosistemas, influidos decisivamente por estas políticas que configuran el impacto, positivo o negativo, sobre nuestra salud. Estas políticas son planificadas y ejecutadas en su mayoría por las administraciones, y entre todas, los ayuntamientos como, entre otras funciones, grandes planificadores urbanísticos y del entorno. Estas transformaciones pueden tener un impacto positivo o negativo para la comunidad, raramente neutro. Decidir entre hacer un área industrial o una zona verde, entre impulsar el transporte público o facilitar el transporte privado, tiene, obviamente, un impacto diferente sobre la salud de la gente, condicionando contaminación, ruido, temperatura... Es lo que se llama la Salud en Todas las Políticas, y los ayuntamientos tienen una importancia central en estas decisiones. Cuando un consistorio toma una decisión, está influyendo sobre la salud de sus ciudadanos. Tener presente este impacto en la salud, especialmente en tiempos de crisis climática, y prever y evaluar el impacto en la salud antes de ejecutar una política, cualquier política, es esencial y supone una gran responsabilidad para los consistorios.

Por último, los consistorios participan, directa o indirectamente, en la gobernanza del sistema sanitario catalán como ayuntamientos o a través de otros entes locales (diputaciones, consejos comarcales o entidades municipalistas), e incluso con frecuencia directamente en los órganos de dirección de centros asistenciales. Por tanto, tienen capacidad de influir en las decisiones sanitarias que afectan al territorio.

Competencias directas en vigilancia y protección de la salud, impacto de las políticas sobre la salud de la comunidad y participación en la gobernanza del sistema sanitario son tres aspectos clave en lo que esperamos que haga un ayuntamiento, cualquier ayuntamiento independientemente de su tamaño.

¿Cómo es que las candidaturas apenas hablan de estos aspectos?

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