IsGlobal estima que los ejes verdes de Barcelona ahorrarán 45 millones de euros al año en gasto sanitario

Aumentar la superficie de zonas verdes en toda la ciudad de Barcelona podría reducir un 13% el consumo anual de antidepresivos y las visitas a profesionales de la salud mental, según un estudio liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal). La investigación, que publica este miércoles la revista 'Environment International', estima que más de un 30% de la carga de enfermedad en el mundo está relacionada con cuestiones de salud mental y relaciona este dato con la evidencia científica de que los espacios verdes benefician la salud en general y específicamente la salud mental.

Diversos estudios científicos han acreditado que el aumento de las zonas verdes urbanas mitiga la contaminación atmosférica, el ruido y el calor, reduce el estrés, facilita procesos de restauración en el cuerpo e incrementa la actividad física y la interacción social. En este estudio, el ISGlobal, centro impulsado por la Fundación La Caixa, ha evaluado las consecuencias para la salud mental de la población de una de las estrategias que figuran en la agenda de la ciudad de Barcelona para, entre otros fines, tratar de dotar al trazado urbano de mayor espacio verde.

Se trata de los ejes verdes, un plan que forma parte del proyecto de Superilla Barcelona y que, aunque por ahora se está llevando a cabo de manera focalizada, sobre todo en el centro, contempla la transformación de una de cada tres calles en corredores verdes. Para hacer el análisis, los científicos obtuvieron datos de un estudio previo que había cuantificado la superficie de espacio verde y el grado de verdor de la misma en toda la ciudad para el año 2015. Posteriormente, calcularon el aumento de espacios verdes que produciría la implementación del proyecto de 21 ejes verdes en toda la ciudad y lo relacionaron con los datos de salud mental de la población que constan en la Encuesta de Salud de Barcelona (2016-2017).

Menos fármacos

Aplicando los cálculos de estudios previos sobre la relación entre espacios verdes residenciales y salud mental, los científicos han estimado cómo el aumento de este tipo de superficies contemplado en el plan de los ejes verdes repercutiría en varios indicadores de salud mental de la población. Así, han calculado que, en caso de ejecutarse en su totalidad, el proyecto reportaría un incremento del 5,67% en la superficie verde de la ciudad, fundamentalmente en áreas residenciales, y que este incremento de la vegetación permitiría prevenir cada año un 14% de los casos anuales de mala salud mental autopercibida, un 13% de las visitas a profesionales de la salud mental y del uso de antidepresivos y un 8% del consumo de tranquilizantes y ansiolíticos.

Asimismo, el estudio calcula que todos estos beneficios en la salud mental de la población se traducirían en un ahorro de 45 millones de euros anuales en costes directos e indirectos de salud mental. "Barcelona tiene un problema que debe solucionar de manera urgente. Actualmente, solo el 11% de la ciudad está ocupado por espacio verde, y eso contando Collserola, que aglutina el 60% del espacio verde municipal", ha resaltado la investigadora del ISGlobal, Natalie Mueller. "En el Eixample, por ejemplo, solo el 6,5% de la superficie está destinada a espacio verde, y cuando calculamos que para cumplir con la recomendación de la OMS de al menos un espacio verde de 500 m² como mínimo a no más de 300 metros de casa, habría que llegar al 25% de la superficie", ha puesto como ejemplo Mueller.

Resultados extrapolables

Evelise Pereira, coautora también del estudio, ha señalado: "Actualmente, solo el 20% de la población de Barcelona cuenta con el acceso a espacios verdes recomendado por la OMS. En Europa el 40% de las personas que habitan en ciudades gozan del acceso al verde recomendado, lo que indica que hay mucho trabajo por hacer en materia de reverdecimiento urbano". "Pese a que nuestro estudio evalúa el impacto potencial del plan de ejes verdes, los resultados no son exclusivos para Barcelona. Cualquier actuación en cualquier ciudad que lleve a incrementar la superficie verde próxima a los domicilios debería conducir a mejoras en la carga de salud mental de la población", ha concluido el director de la Iniciativa de Planificación Urbana, Medio Ambiente y Salud de ISGlobal, Mark Nieuwenhuijsen.