ASUNTOS PROPIOS

Julia Navarro, autora 'best seller': "La gente tiene miedo a decir en voz alta lo que piensa"

Julia Navarro contra

Julia Navarro contra / Penguin Random House

Núria Navarro

Núria Navarro

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El de Julia Navarro es uno de esos contados casos en que, después de una larga carrera como periodista política –fue casi la última en salir del Congreso el 23-F–, probó con la ficción y solo en su debut, con La hermandad de la Sábana Santa, superó el millón de ejemplares vendidos. Acaba de publicar 'Una historia compartida' (Penguin Random House), en el que rinde homenaje a mitos femeninos y mujeres reales que no aparecen en los libros de texto. Ella podría tener una entrada propia, si no fuera porque es furibundamente alérgica a hablar de sí misma. 

¿Cómo empezaría el capítulo sobre sí misma?

Es que no la haría. Los periodistas no son noticia, salvo que los maten en un conflicto bélico o en un atentado.

Oriana Fallaci era periodista y está en su reunión de mujeres notables.

Es la periodista que me habría gustado ser. Pero es imposible ser otra, y menos la Fallaci. Yo solo fui testigo de la Transición y de la elaboración de la Constitución.

También es una superventas.

Una escritora se cuenta a través de sus novelas. No tengo interés en diseccionarme.

"Muchas mujeres que deberían estar en los libros de texto no están"

Ha sobrevivido a un mundo de hombres y dioses, como Atalanta.

[Ríe] Lo que trato de contar es que muchas mujeres que deberían estar en los libros de texto no están. Hasta el siglo XX, la Historia la han escrito los hombres y las mujeres han sido poco menos que una nota a pie de página. La Historia no estará completa hasta que no sea compartida. 

No me ha respondido.

Yo no soy un personaje. 

Eso no lo decide uno. Abrió camino en un mundo muy masculino.

Cuando vives una época no eres muy consciente. La generación de la Transición fue importante, pero no por mí, sino por el movimiento feminista, que era muy potente e hizo que hubiera un cambio en la legislación y se avanzara en el camino de la igualdad. Hacer periodismo, entonces, era complicado para todos. Aprendíamos a ser demócratas, y el papel de la mujer no era relevante. 

Simone de Beauvoir decía que el cuerpo nos determina.

Lo que a las mujeres nos ha determinado a lo largo de los siglos es la maternidad, que ha hecho que tuviéramos un papel aparentemente menos activo. 

"Sin mi madre, no sería lo que soy. No habría hecho nada en la vida"

¿Cómo le marcó la maternidad?

Como tantísimas mujeres, te puedes desarrollar personalmente gracias al respaldo de otras mujeres. Sin mi madre, no sería lo que soy. No habría hecho nada en la vida. Como ella creía en ella misma, me enseñó a creer en mí. 

Y su abuela Teresa, a leer. 

A mí lo que me encantaba era jugar con recortables, pero ella me obligaba a leer todas las tardes. Pero yo no me analizo, la verdad.

"Si pudiera viajar, iría al futuro. Al año 3000, clarísimamente"

Es refractaria, sí señora.

No tengo el más mínimo interés para los demás. Y no soy nostálgica. Si pudiera viajar, iría al futuro. Al año 3000, clarísimamente. Por eso me interesa tanto la física cuántica.

¿En serio? Muchas de sus novelas son históricas.

Exacto. Eso lo hago en mis novelas. 

El capítulo de Tejero, pistola en mano, lo recordará.

Es lo más inolvidable que he vivido. Los últimos en salir del Congreso fuimos Jordi García Candau y yo. Él dijo: "Aquí hay que quedarse hasta el final".

"Pasé mucho miedo, desde el primer tiro de Tejero hasta el día siguiente"

Demuestra agallas.

Demuestra que reaccionas según las circunstancias. Yo pasé mucho miedo, desde el primer tiro hasta el día siguiente.

¿Se imagina cubriendo hoy información parlamentaria?

Huy no, no. ¡Qué pereza! En mi época, la clase política tenía un nivel notable.

"La política de la cancelación me parece de lo más reaccionario"

Tampoco había cuarta ola del feminismo, de la que recela.

Vamos a ver. Tengo una mente abierta a todo lo nuevo, pero son las jóvenes las que deben construir su presente y su futuro. Hay cosas que plantean las feministas de la cuarta ola que me interesan, y otras no. La política de la cancelación me parece de lo más reaccionario. Vivimos en una sociedad en la gente tiene miedo a decir en voz alta lo que piensa. Me preocupa que lo políticamente correcto esté llevando a limitar la libertad de expresión. 

Ocurría en los 70 y 80, ¿no? El Rey no se tocaba, los pactos entre élites, tampoco.

El movimiento woke ocurre ahora y conforma una manera de estar en el mundo. Estoy en total desacuerdo con querer cambiar el pasado para adaptarlo a los parámetros del presente. A mí me interesa un mundo en el que estemos todos.

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