Apunte

La banca (casi) siempre gana

En cualquier momento pueden sonar las alarmas por entidades 'demasiado grandes para caer' y que requieren que se las salve

Los mercados acogen con temor la compra de Credit Suisse por parte de UBS

Los mercados acogen con temor la compra de Credit Suisse por parte de UBS

Agustí Sala

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Lo habitual es que la banca siempre gane. Es lo que se dice. Y más si se tienen en cuenta los resultados que tuvo el año pasada el sector después de seis años de travesía del desierto y sufrimiento en los márgenes.

Pero puede suceder, como en otros negocios, que se combinen mala gestión y escasos controles, como es el caso del estadounidense Silicon Valley Bank (SVB), excesivamente concentrado en la tecnología y el capital riesgo y casi libre de vigilancia; o que se arrastren gigantescos problemas de reputación, como ha pasado con Credit Suisse. Y, como dice el dicho, cuando baja la marea se ve quien va desnudo.

Y de ahí vienen los temores de los inversores que, aunque no tiene por qué estar todo el sector afectado: nadie quiere quedar atrapado en un valor que pueda aflorar sus vergüenzas con el descenso del nivel del agua.

Por ello, las autoridades financieras han actuado con celeridad para evitar contagios masivos y hacer que todo sea una tormenta en un vaso de agua. En el caso suizo resulta difícil de entender que los accionistas de Credit Suisse - absorbido con ayudas por su principal rival-, UBS, aunque con pérdidas, sean rescatados y no los titulares de bonos contingentes convertibles (conocidos como 'cocos'), nacidos tras la crisis financiera de 2008 para aumentar el colchón de capital de las entidades financieras.

Tras reducir las autoridades suizas a cero el valor de esos títulos, el Banco Central Europeo (BCE), la Junta Única de Resolución (JUR) y la Autoridad Bancaria Europea se vieron obligadas a salir a escena para aclarar el orden de prelación en toda crisis bancaria en la zona euroo: los primeros en asumir pérdidas son los accionistas y por detrás, los bonistas o acreedores. Esas declaraciones y las del BCE afirmando que haría todo lo necesario para que haya liquidez han devuelto cierta calma. Pero en cualquier momento pueden volver a sonar las alarmas en un sector con entidades 'demasiado grandes para caer', como Deutsche Bank, castigado este viernes, y que luego hay que salvar. Y es la que banca (casi) siempre gana.

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