Crisis bancaria

¿Por qué la compra de Credit Suisse por UBS no calma los mercados?

Pese a la compra de Credit Suisse por parte de su principal competidor, UBS, promovida por las autoridades suizas, los mensajes de calma de la presidenta del BCE (BCE), Christine Lagarde, o la acción concertada de los principales bancos centrales para facilitar liquidez, los mercados siguen agitados por las dudas e inmersos en la volatilidad, aunque este l8unes han acabado en positivo tras comenzar el día a la baja. Los valores bancarios, tras ser penalizados han rebotado al situarse en precios mínimos ¿Qué es lo que está sucediendo?

A pesar de las llamadas a la calma de las autoridades, los inversores mantienen unas dudas que provocan volatilidad en las bolsas

Así se han comportado las materias primas en bolsa en la última semana

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Agustí Sala

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1 ¿Qué sucede en el mercado de bonos bancarios de alto riesgo?

Uno de los elementos que está contribuyendo al nerviosismo tiene que ver con los bonos AT1 de Credit Suisse. Dentro del paquete de medidas que conllevaron la adquisición de Credit Suisse por UBS, la autoridad reguladora suiza, Finma, decidió que la cartera de estos títulos de Credit Suisse, valorada en unos 16.000 millones de euros, se amortizara con valor cero, es decir, que pasaran a no valer nada. Este tipo de títulos, emitido por los bancos europeos y más conocidos como 'Cocos', están diseñados para evitar el contagio en el sector financiero, ya que representan una fuente de capital bancario de fácil acceso para mejorar la solvencia de las entidades. Al quedar por detrás en la lista de acreedores en caso de impago con respecto a otros tipos de deuda, ofrecen una rentabilidad más elevada, pero, a cambio, de un mayor riesgo para quienes los poseen. El hecho de que estos bonos emitidos por Credit Suisse hayan sido amortizados a cero, en un mercado valorado en Europa en unos 258.000 millones de euros, ha hecho saltar las alarmas entre los inversores. La previsión es que el coste de estos títulos se encarezca debido a su aún mayor riesgo.

2 ¿Por qué prima el nerviosismo?

El dinero es muy miedoso y en los 'parquets' se impone normalmente el dicho "cuando el río suena...". Pese a los llamamientos a la calma por parte de las autoridades, los inversores desconfían. Tras la caída de los estadounidenses Silicon Valley Bank (SVB) y Signture Bank y el rescate privado de First Republic, el tsunami llegó a Europa y se cebó en Credit Suisse, una entidad envuelta en varios escándalos y que el año pasado perdió más de 7.000 millones de euros y que es uno de los 30 bancos considerados sistémicos a nivel mundial. A pesar de la operación de compra protagonizada por UBS se mantienen las dudas y los temores de que pueda haber otros casos, algo que el Banco Central europeo (BCE) ha negado. Es complicado restaurar la calma entre los inversores.

3 ¿Funcionan los mecanismos de rescate diseñados tras la crisis de 2008?

Después de la crisis de 2008 con la caída de Lehman Brothers, se establecieron unos colchones de capital para que fueran los accionistas y bonistas los que asumieran en primera instancia el salvamento de las entidades. La operación UBS-Credit Suisse ha puesto en este mecanismo en entredicho. Se trata de un importe, denominado “requerimiento mínimo de fondos propios y pasivos elegibles”, MREL por sus siglas en inglés, que entró en vigor en noviembre de 2014 con la unión bancaria, aunque su aplicación plena fue a partir de 2016, y que asegura en toda la banca europea que los instrumentos de capital específicos para estos casos siempre están disponibles en caso de ser necesaria su utilización. Es independiente de los requerimientos de capital a los que también están sujetas las entidades y que determina su supervisor, ya que es un requerimiento adicional. Prevé tres grados de intervención en caso de una crisis bancaria. El primero que se ejecuta es el llamado CET1 más las reservas acumuladas de beneficios de ejercicios anteriores. El segundo grado son los 'Aditional Tier 1', que son bonos contingentemente convertibles ('cocos'), que son los que las autoridades suizas han decidido que, en el caso de Credit Suisse, pasen a valer 0 euros. Es un tipo de deuda convertible en acciones si la ratio de capital del banco cae por debajo de un determinado nivel, con elevado rendimiento pero mayor riesgo. El tercer grado son los bonos subordinados. En España la quiebra del Banco Popular, los accionistas y los tenedores de deuda, tanto de la AT1 como la subordinada, perdieron sus inversiones. El Santander, que se quedó el banco, ofreció una compensación a los accionistas minoritarios de Popular que acudieron a su ampliación de 2016 o tuvieran bonos subordinados.

4 ¿El caso de Credit Suisse es comparable con el del Popular?

No lo es. De hecho, los accionistas de Credit Suisse recibirán 0,76 francos suizos por cada acción, en vez de los 1,86 con los que cerró la entidad en bolsa el viernes pasado. En todo caso no perderán toda su inversión, como sucedió con los del Popular. No sucede lo mismo con los titulares de los bonos de alto riesgo AT1, que verán convertido en papel mojado su inversión, que suma unos 16.000 millones de euros. Tampoco se ven afectados los titulares de bonos subordinados.

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