Apunte

Caso Badalona: ¿qué hacemos con los inimputables?

Todos los expertos relacionan el aumento de agresores sexuales menores de edad con el consumo prematuro de porno a través del móvil. Si es así, ¿por qué nadie está haciendo nada?

Centro comercial Màgic en Badalona.

Centro comercial Màgic en Badalona. / Zowy Voeten

Agnès Marquès

Agnès Marquès

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Hables con quien hables de agresores sexuales menores de edad -psicólogos, abogados, profesores, pedagogos-, todos, absolutamente todos, relacionan el aumento de casos con el consumo prematuro de porno a través del teléfono móvil. De un tipo de porno, claro. El porno que somete a la mujer a la posición de objeto. Un consumo que se produce en edades tempranas y que no suele compensarse con una educación sexoafectiva, nos dicen. Entiendo a qué se refieren con eso de “sexoafectiva” de los agresores, pero parece un apellido redundante para la palabra educación. En un mundo normal bastaría con una buena educación a secas, esa ya lleva implícito el respeto a los demás.

El caso: si todo el mundo que trata con menores hace el mismo diagnóstico, ¿por qué nadie está haciendo nada?

En Francia hay una propuesta sobre la mesa: desarrollar un certificado digital que acredite la edad de quien accede a contenidos pornográficos. Está prohibido por ley para los menores de 18 años, sin embargo el Gobierno francés apunta que el consumo empieza a los once años y medio. Eso es sexto de primaria. No parece una mala idea si está tan identificado el motivo por el cual tantos menores, incluso menores de catorce años, se convierten en salvajes cuando acaban de dejar de ser niños. O cuando aún son niños. El caso de Badalona que avanzamos esta semana en el programa 'Planta Baixa' abre un debate peliagudo: hay tres menores de 14 años que son inimputables a pesar de haber participado de la violación (según recoge la autora de la información, Anna Punsí) y que continuan yendo a clase con total normalidad. Un día violas, al día siguiente aprendes a calcular la raíz cuadrada de 3. Son menores y, ciertamente, con ellos hay que ir con pies de plomo porque en la inmensa mayoría de casos su entorno no ha contribuido a convertirlos en seres respetuosos, pero quizá hay que pensar qué hacer para que no se sientan impunes con este tipo de agresiones.