Artículo de Jordi Mercader

El tiro por la culata de ERC

La acusación de la fiscalía para Jové, Salvadó y Garriga da la razón a las voces del Gobierno que aseguraban que no había despenalización para los acusados por el 1-0 y a Junts, que siempre ha dicho que los pactos de ERC no servirían para nada a los dirigentes procesados

Archivo - Fachada del Tribunal Supremo

Archivo - Fachada del Tribunal Supremo / Carlos Luján - Europa Press - Archivo

Jordi Mercader

Jordi Mercader

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La política sustentada en el manoseo de los conceptos es muy habitual, especialmente cuando se trata de capitalizar acuerdos políticos firmado sobre el alambre. ERC lleva algunos meses intentando convencer de que la ballena es un animal de compañía para justificar su apoyo al Gobierno de Pedro Sánchez. Y no lo es; como no es una amnistía encubierta la reforma del Código Penal pactada con el PSOE y Unidas Podemos. La fiscalía y los jueces se han encargado en pocas semanas de fijar los límites de la palabrería. 

La acusación de la fiscalía para Jové, Salvadó y Garriga, comunicada a los pocos días de que el Tribunal Supremo fijara doctrina en la revisión de las penas para los condenados por el 'procés', da la razón a las voces del Gobierno central que aseguraban que no había despenalización para los acusados por el 1-0 y a los portavoces de Junts, que siempre han dicho que los pactos de ERC no servirían para nada a los dirigentes procesados. Siempre quedará la duda de saber el grado de ingenuidad de los negociadores republicanos frente a sus interlocutores de Moncloa, a quienes sus múltiples grupos de expertos jurídicos les habrían advertido de los flancos abiertos, a pesar de la reforma penal. 

Pedro Sánchez concedió un indulto y ha eliminado el delito de sedición, poco más podía hacer para no despertar los demonios identitarios más allá del Ebro e incluso en la media Catalunya que aún espera una reparación por los desplantes soberanistas. Sánchez se ha apresurado a afirmar que no teme que las novedades judiciales reediten la unidad independentista. A ERC les ha salido el tiro por la culata y deberá hacer un gran esfuerzo de análisis y una exhibición de serenidad inédita para no dejarse abrazar de nuevo por Junts y la CUP. El pacto presupuestario con el PSC, que descansa también en un alto grado de malabarismo semántico, especialmente en el caso de la reforma del aeropuerto, podría ser la primera víctima. El PSC ya estará haciendo cálculos sobre lo que más le conviene.

Suscríbete para seguir leyendo