Reacción a la Fiscalía

Sánchez descarta que las peticiones de cárcel vuelvan a unir al independentismo: "Catalunya quiere pasar página"

El presidente reivindica su política de diálogo que ha logrado "romper la dinámica de bloques" en Catalunya

El PSC pide que las causas judiciales del 1-O no impacten en los pactos en el Parlament y en el Congreso

El primer ministro esloveno, Robert Golob , recibe a Pedro Sánchez en la visita al castillo de Brdo, Eslovenia

El primer ministro esloveno, Robert Golob , recibe a Pedro Sánchez en la visita al castillo de Brdo, Eslovenia / EFE/EPA/ANTONIO BAT

Sara González
Juan Ruiz Sierra
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Si una cosa inquieta a los socialistas es que la política catalana vuelva a ser un factor desestabilizador. Es decir, que tras la interpretación de la reforma de la malversación que ha hecho el Tribunal Supremo primero y la Fiscalía después, se vuelvan a vivir capítulos convulsos con la entrada a prisión de más organizadores del 1-O. Un clima adverso para el presidente Pedro Sánchez en un año en el que se juega la continuidad en la Moncloa y para el líder del PSC, Salvador Illa, que busca afianzar su liderazgo en Catalunya a costa de la ruptura de bloques. La preocupación es expresada entre bambalinas cuando faltan 100 días para las municipales, aunque los socialistas ven poco probable que la mecha del 'procés' vuelva a encenderse dada la profunda división que persiste en el independentismo.

El objetivo es evitar que se desborden las aguas revueltas en las filas de ERC tras la petición de penas de siete y seis años de cárcel por parte de la Fiscalía contra Josep María JovéLluís Salvador y de multa e inhabilitación para la 'consellera' de Cultura, Natàlia Garriga. Pedro Sánchez no cree que las nuevas peticiones de cárcel a los llamados "segundos niveles" del ‘procès’, así como la confirmación por parte del Tribunal Supremo de la inhabilitación para cargo público de Oriol Junqueras hasta 2031, vaya a unir de nuevo al independentismo catalán, muy dividido en los últimos tiempos. “Se ha roto la política de bloques. Esto es bueno para la sociedad catalana, que ha decidido pasar página y apostar por la convivencia y por el diálogo”, ha señalado este viernes el presidente del Gobierno desde la ciudad de Kranj, en Eslovenia, en la última escala de su primera gira para preparar la presidencia española de la UE, que comenzará en julio. 

Pero los socialistas son conscientes del efecto que puede tener en los republicanos el hecho de que la reforma del Código Penal no haya tenido los efectos deseados. El ministerio público ha seguido la senda del Supremo, que a principios de esta semana no consideró aplicable al 'procès' la malversación atenuada pactada por el PSOE y ERC precisamente para evitar que cargos como Jové y Salvadó acabaran entrando en prisión. 

Aunque la división estratégica del independentismo se mantiene, ERC, Junts y la CUP han reaccionado ante las peticiones de la Fiscalía, que tachan de "venganza", con sintonía y muestras de solidaridad. Pero para el presidente del Gobierno eso no supone ningún riesgo para la sociedad catalana y, en especial para la relación con ERC, un aliado indispensable del Gobierno en esta legislatura. Sánchez ha transmitido primero su “total respeto” a las decisiones judiciales. Después, ha reivindicado su política territorial, basada en el diálogo y la distensión. “En eso va a estar siempre el Gobierno de España: diálogo, convivencia y acuerdo. Nadie duda, salvo los más beligerantes, que la situación actual no tiene nada que ver con la situación de 2017”, ha concluido el jefe del Ejecutivo.

En esa misma línea, la de subrayar que el Gobierno de Sánchez ha apostado por la vía política frente a la judicialización del PP que aún hoy colea, se ha pronunciado el PSC, que reclama a ERC que los procesos judiciales no interfieran en los acuerdos que se alcanzan en el Parlament y en el Congreso. "Esperemos que no tenga ningún impacto político, que podamos separar las cosas y que no se mezcle con otros procesos, como el pacto de presupuestos que acabamos de hacer", ha asegurado la portavoz de los socialistas catalanes en el Parlament, Alícia Romero. Ha sido justo esta semana cuando las cuentas han superado el primer 'round' parlamentario gracias a la alianza tejida entre ERC, el PSC y los Comuns.

A pesar de no ir más allá de expresar "respeto" por las decisiones judiciales y de no entrar a valorar si considera desproporcionada o no la petición, la número dos de Salvador Illa ha trasmitido su apoyo a los afectados, con quien ha dicho que mantiene una "relación cordial" y sobre los que ha recordado que tiene que primar la presunción de inocencia.

Que la reforma del Código Penal haya quedado en "papel mojado", según ERC, con la interpretación que tanto el Tribunal Supremo como la Fiscalía han hecho del delito de malversación escuece en el partido de Oriol Junqueras. Pero también en las filas socialistas aunque ante los focos mantengan las formas. "Hicimos lo que nos tocaba, una reforma para homogeneizar el Código Penal con los códigos europeos", ha defendido Romero. Y preguntada sobre si el poder judicial está interpretando el cambio penal con una lectura distinta a la vocación del legislador ha añadido que, una vez el Parlamento ha hecho su trabajo, corresponde a los tribunales aplicarlo y que ya se sabe que las leyes "siempre son interpretables". Con vocación de transmitir que no se dé por hecho un final especialmente adverso contra Jové y Salvador, el PSC ha advertido de que aún queda mucho recorrido judicial y que cada tribunal puede aplicar el Código Penal con diferentes "matices".

Reivindicación de la coalición

El choque dentro del Gobierno por la ley del ‘solo sí es sí’, con el PSOE defendiendo su propuesta de reforma para aumentar las penas de los agresores sexuales y Podemos rechazándola, es el otro gran asunto de política española. Sánchez se mostró el jueves crítico con sus socios en el Ejecutivo, al afear durante una conversación informal con periodistas el “ruido” que han generado, pero esta vez se ha mostrado más conciliador. 

“Pese a las discrepancias, es importante reivindicar todo lo hecho por el Gobierno de coalición progresista. Ayer, por ejemplo, se aprobó la ley lgtbi [la conocida como ‘ley trans’]. Tenemos que reconocer esa hoja de ruta y lo que nos queda por hacer. Lo relevante es eso”, ha señalado el presidente, mostrando su “orgullo por el trabajo de todos los ministros”, ya sean socialistas o morados. Sobre el ‘solo sí es sí’, ha argumentado que “mantener el consentimiento en el corazón de la ley es perfectamente compatible con resolver la alarma social” creada por los beneficios en las condenas de los agresores sexuales que ha traído consigo la controvertida norma que ahora el PSOE quiere reformar. 

Aquí Sánchez ha recibido un inesperado apoyo del primer ministro esloveno. “La política española en el ámbito de los derechos de las mujeres y la comunidad LGTBI es un ejemplo a nivel europeo, tal vez no sean suficientemente conscientes en España -ha señalado Golob-. Ustedes son un modelo progresista europeo. Estaría muy complacido si en Eslovenia llegáramos a este nivel de derechos que tienen en España. Enhorabuena por la actitud valiente y los resultados obtenidos”.