Artículo de Rosa Paz

Si suman (a lo mejor), pueden

Ni Díaz puede concurrir a las elecciones sin una estructura organizativa que la sustente, ni Podemos en solitario podrá mantener la fuerza –menguante– que ahora posee

Yolanda Díaz durante antes de un acto de ámbito laboral.

Yolanda Díaz durante antes de un acto de ámbito laboral. / David Castro

Rosa Paz

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Que 2023 sea el último año del Gobierno de coalición de izquierdas o el preludio de su segunda legislatura va a depender no solo del resultado que obtenga el PSOE, el partido más fuerte de la alianza progresista, sino, más incluso, de cuántos escaños logre sacar el espacio a su izquierda, ese que encabeza Yolanda Díaz y que a día de hoy se despedaza en peleas internas. Aunque los socialistas consiguieran mantener (o aumentar) el respaldo electoral que lograron en 2019, que no parece imposible, para que la izquierda pueda continuar en el poder es imprescindible que Sumar, Podemos, IU y cuantos grupos se puedan presentar bajo el paraguas de la candidata Díaz conserven o incrementen también los escaños con los que cuentan en la actualidad. De no ser así, gobernará la derecha, con el agravante de que el PP de Alberto Núñez Feijóo no podrá, seguramente, eludir una indeseable alianza con Vox.

Así están las cosas a día de hoy, cuando empieza un año que, además de por la guerra en Ucrania y de quién sabe por qué otros acontecimientos inesperados, estará marcado por las convocatorias electorales: municipales y autonómicas, en mayo; generales, en diciembre. Doce meses de agria campaña electoral entre los dos bloques, izquierda / derecha, que exigirán a la ciudadanía serenidad y claridad mental –las que, a veces, les faltarán a los políticos– para no acabar arrojándose en los brazos de la abstención. Es esta una razón añadida para que Podemos y Díaz acaben con ese pulso por el control de la futura coalición electoral, con la amenaza, incluso, de presentarse por separado y dar así al traste con las esperanzas de la izquierda. Ni Díaz puede concurrir a las elecciones sin una estructura organizativa que la sustente, ni Podemos en solitario podrá mantener la fuerza –menguante– que ahora posee. Los morados quieren afianzar sus posiciones y Díaz, respaldada por los sondeos, se resiste a cederles poder, pero a ninguno le irá bien si no cambian esa actitud de “ya veremos si queremos” por un más positivo “si sumamos, (a lo mejor) podemos”.

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