Ágora

La empresa familiar, motor de innovación y futuro

Estamos pasando del capitalismo de accionistas al capitalismo humanista, lo que significa crear valor sostenible a largo plazo y tener en cuenta a todos los grupos de interés

Startup

Startup / Mimi Thian

David Ruiz-Roso

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En España el 90% de las empresas privadas son familiares, generan casi el 70% del empleo privado y aportan cerca del 60% del Producto Interior Bruto (PIB). De acuerdo con el estudio 'Las empresas familiares ante el reto de la innovación', realizado en 2022 por el Instituto de Empresa (IE) y EY sobre una base de datos de más de 2.000 compañías, revela que a igualdad de condiciones tamaño y estímulos, la empresa familiar innova más y mejor. Además, España es ya el cuarto país europeo en número de 'startups', solo por detrás de Reino Unido, Francia y Alemania.

Nos encontramos ante un cambio de paradigma económico y social que la pandemia y su posterior crisis han impulsado: se ha acelerado el ritmo del cambio que veníamos experimentando en los últimos años, se ha impulsado la adopción y el uso de tecnología y las nuevas formas de trabajar y se ha puesto de relevancia la necesidad de girar rápidamente para mantenerse al día con los mercados cambiantes y las expectativas de los consumidores.

Hoy, ciudadanos, administraciones, reguladores, clientes o cualquier otro 'stakeholder' exige transparencia en un contexto en el que ya no es posible avanzar sin tener en cuenta variables como la sostenibilidad, la digitalización o el buen gobierno de las empresas. Estamos pasando del capitalismo de accionistas al capitalismo de 'stakeholders'.

'Stakeholders capitalism' o 'capitalismo humanista' significa crear valor sostenible a largo plazo y tener en cuenta a todos los grupos de interés. No se trata de decir “contribuimos a la sociedad porque hemos tenido éxito y tenemos que devolver parte de lo ganado”. Ahora se trata de decir “tenemos éxito porque creamos valor compartido con la sociedad”.

Nuevo escenario

Según el Family Business Index 2021, elaborado por EY y la Universidad de St. Gallen, las empresas familiares generaron colectivamente 7,28 billones de dólares en ingresos y emplearon a 24,1 millones de personas. Este índice identifica a Mercadona, Inditex y El Corte Inglés entre las 100 compañías familiares con mayores ingresos del mundo.

Las empresas familiares tienen unas características que las sitúan en un lugar privilegiado para afrontar 2023 y los años venideros:

1. Colocan a las personas en el centro. Nacen gracias a personas con nombres y apellidos. Crecen a partir de vínculos familiares que van más allá de la rentabilidad económica, y avanzan teniendo en cuenta que existe una historia y que hay que dejar un legado.

2. Tienen capacidad para generar confianza. Mayoritariamente, son compañías con marca y reputación. Detrás de una empresa familiar hay una historia, un legado y una familia que responde y asume la responsabilidad desde hace generaciones.

3. Nacen y permanecen con visión a largo plazo. Su capacidad para proyectarse hacia el futuro es, paradójicamente, su pasado. El hecho de haber durado y permanecido durante años es un buen indicador de su capacidad para seguir viviendo con éxito en el futuro: han demostrado su resiliencia en los peores momentos de crisis.

Tal y como detallan los resultados del estudio realizado por el IE e EY 'Las empresas familiares ante el reto de la innovación', el 'factor familia' actúa como un impulsor de la innovación. Las empresas familiares (EF) no solo invierten más en innovación que las empresas no familiares (ENF), sino que son más eficientes en la gestión del proceso de innovación.

Las EF gastan un 66% más en innovación que las ENF, lo que a lo largo del tiempo se traduce en un stock de R&D acumulado superior en un 56%. Gracias a estas inversiones, obtienen un 22% de las patentes y un 14% más de innovaciones de producto.

Todo este esfuerzo de innovación, junto con el emprendimiento existente en España, ha permitido la creación de un ecosistema de 'startup'. Un modelo empresarial , con la innovación en el foco, multiplica por 20 su valor en 10 años (ha elevado su valor desde 4.362 millones de euros en 2012 a los actuales 83.008).

Adicionalmente, la evolución de la inversión ha sido increíble: en el año 2000 se invirtieron 126 millones de dólares en las 'startups' españolas y en 2021 la inversión sobrepasó los 4.300 millones de dólares. 

Finalmente, y como noticia positiva, la nueva ley de 'Startups', recientemente aprobada por el Congreso de los Diputados, permite las reducciones en la carga fiscal para las empresas emergentes. Incluye mejoras en el tratamiento fiscal de las 'stock options' y crea un visado para nómadas digitales, medidas clave para atraer y retener talento. 

Por todo ello, consideramos que la apuesta como país por la empresa familiar, la innovación y el emprendimiento con el rol clave de las 'startups', es una oportunidad única de España para crecer en este nuevo escenario con diferentes paradigmas a los tiempos pasados y a través de la senda que marca el capitalismo humanista.