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Entender la fusión nuclear

Logran la fusión nuclear, motor de energía limpia

Logran la fusión nuclear, motor de energía limpia / Elle Starkman

Albert Sáez

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De vez en cuando la actualidad nos permite exhibir uno de nuestros principales propósitos: ayudar a los lectores a entender más los hechos. Desde que el lunes se supo que Estados Unidos iba a anunciar un importante hito en el largo camino hasta conseguir generar energía a partir de la fusión nuclear, nos pusimos en marcha para acometer este propósito. El resultado es el despliegue que tienen disponible desde la tarde del martes los suscriptores de EL PERIÓDICO. Aquí Michele Catanzaro explica la naturaleza y el alcance del experimento llevado a cabo con éxito en Estados Unidos. Aquí nuestro experto en ciencia relata el camino que separa lo conseguido de que llegue a ser una fuente de generación de energía eléctrica comercializableAquí, definimos la fusión nuclearAquí, Agustí Sala analiza los ganadores y los perdedores entre las empresas implicadas en la transición energética. Y aquí, el profesor José Manuel Perlado valora la importancia de este hito.  

Tras revisar este material, permitan la opinión de un profano: resulta incomprensible que la humanidad no esté dedicando más esfuerzos a avanzar en este proyecto. Porque lo tiene todo a favor: genera energía de manera limpia y a partir de recursos prácticamente ilimitados. Cuesta entender que dediquemos esfuerzos a otra cosa. Nos ocurre como en tantos otros asuntos en los que lo urgente desplaza a lo importante. Como explica Catanzaro, los retos son múltiples y no tenemos ninguna seguridad de que seamos capaces de superarlos. Podría pasar que dedicásemos muchos recursos a un proyecto que acabe siendo inviable. Pero como reza el lema de una campaña publicitaria de una marca de ropa ecológica: "No hay planeta B". Es decir, la única alternativa inviable es seguir cómo estamos. En las próximas semanas, vamos a aprovechar el cambio de año para reflexionar sobre las consecuencias de una noticia que dimos de forma casi rutinaria: en el mundo somos 8.000 millones de personas. Y dotarlas del progreso al que aspiramos exige encontrar fuentes de energía que no destruyan el planeta. Seguimos.  

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