Energía

¿Quién gana y quién pierde con la fusión nuclear? Así afectará al sector energético

¿Cuándo pueden estar listas las centrales de fusión nuclear y qué retos deben superar?

Cuatro variables para entender la repercusión de la nueva tecnología en la transición verde

La subasta de renovables por 3.300 MW queda casi desierta

La subasta de renovables por 3.300 MW queda casi desierta

Agustí Sala

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Una vez que un laboratorio de EEUU ha conseguido generar por primera vez más energía de la empleada en un proceso de fusión nuclear cabe preguntarse cuáles son las repercusiones industriales de este avance tecnológico y si contribuirá o no hacia una energía inagotable y limpia. Se trataría de determinar cómo afecta a otras fuentes, como las de origen fósil (petróleo o gas) y las renovables, como la eólica o la solar, así como la propia nuclear tradicional, la que emplea no la fusión sino la fisión nuclear. Las respuestas no pueden ser todavía muy contundentes, pero se apuntan unos impactos y repercusiones que podrían suponer la aceleración de la transición verde en la que están embarcadas las principales economías.

El despliegue inicial

El despliegue inicial

El nuevo avance en fusión nuclear ha generado incertidumbres y provoca numerosas preguntas, a muchas de las cuales aún no se pueden dar respuestas muy concretas, si bien se apuntan posibles impactos y tendencias, según los expertos. Hace años que se habla de esta vía de obtener energía de forma ilimitada, barata y limpia. Ahora las dudas son si esa tecnología, una vez conseguido este avance, puede pasar y en qué periodo de tiempo al ámbito comercial, es decir a un uso más generalizado y a qué coste, según fuentes de una de las grandes consultoras especializadas. Esas son las claves que servirán para dar respuestas más concretas, según los analistas. "Hay que ver qué necesita esa tecnología para funcionar y el tiempo que requiere paga generalizarse", afirman.

Lluís Pinós, presidente de la comisión de energía del Col.legi d'Enginyers Industrials de Catalunya, recuerda que la construcción de una nuclear supone al menos una década. Y eso si se decidiera hoy mismo poner en marcha un proyecto, por lo que se tratará, en principio de mucho más tiempo. En función de la capacidad de trasladar la producción de esta energía con más o menos velocidad al mercado se verá cómo afecta al proceso de transición hacia la descarbonización de las economías en el que están embarcados la mayoría de países, pero una primera intuición es que podría acelerar el aumento de peso de las energías limpias en detrimento de las de procedencia fósil.

Los combustibles fósiles

Los combustibles fósiles

Las fuentes de origen fósil, como el carbón, el petróleo o el gas son las que tienen las de perder si prospera la fusión nuclear como fuente de energía inagotable y limpia. Esa es la intuición principal de los expertos. "Una energía de este tipo puede desplazar a las nucleares tradicionales y las energías con origen en combustibles fósiles", afirma Pinós. De hecho, en la hoja de ruta de la mayoría de países ya figura la progresiva sustitución del carbón o el gas por fuentes más limpias como las procedentes del sol o el agua, que son aquellas que cuentan con materias primas inagotables, así como el cierre paulatino de las nucleares tradicionales, como es el caso de España. El último de los cierres es el de la central de Trillo, previsto para 2035, aunque hay defensores de a largar la vida de estas instalaciones.

De la velocidad que este avance se pueda trasladar a la producción energética masiva dependerá la velocidad de una descarbonización que ya ha empezado. A juicio de una de las grandes consultoras especializadas, "las energías de origen en combustibles fósiles irán perdiendo peso relativo". Pero será, agregan, seguramente algo paulatino. "Lanzar mensajes contundentes sobre la desaparición de, por ejemplo el gas natural, no haría más que catapultar más su precio y empujar a muchas industrias a buscar otras tecnologías más contaminantes, avisan.

En todo caso, no se tratará de una desaparición de la noche a la mañana, al menos con las tecnologías con las que se cuenta en la actualidad. El carbón mantiene una tendencia marcada a la baja y el gas también, aunque su rol de sustituto del carbón y de colchón para paliar las intermitencias de las energías renovables, lo convierte todavía en necesario, según los expertos.

Las energías renovables

Las energías renovables

El papel de las energías renovables, aquellas que son más limpias, tenderá a ser creciente en los próximo años dentro del proceso de transición previsto por las principales economías mundiales. En España, en general, se está avanzando a pasos agigantados en su implantación, pero no en todas las comunidades. De ahí las críticas que le llueven al Govern de la Generalitat por el retraso en la implantación de este tipo de energías, especialmente desde ámbitos empresariales. El gran reto para que aún jueguen un papel mayor tiene que ver con el almacenamiento de la producción que no se emplea al instante, a través de baterías o el desarrollo del hidrógeno verde.

Es por eso que España ha hecho una apuesta por esta última tecnología y ha sellado un acuerdo para construir un tubo de Barcelona a Marsella para transportarlo en el futuro. De todas formas, hay países, como Francia, que defienden también el denominado hidrógeno rosa que, en vez de proceder de fuentes renovables proviene de la energía nuclear y eso ha provocado discrepancias con España. Una de las opciones que tiene el país para crecer en fuentes energéticas limpias, en todo caso, es la eólica marina. De 50 prototipos que se están trabajando en la actualidad un total de 15 se están haciendo en España, según fuentes de una de las grandes consultoras del sector.

La velocidad de implantación

La velocidad de implantación

Por muy rápida que sea la traslación de la fusión nuclear al mercado como fuente energética generalizada, combustibles como el gas seguirán teniendo un papel importante en el sistema energético. Y no solo el natural, ya que también han de jugar su rol los gases renovables, porque descarbonización no equivale solo a electrificación, según Pinós. En todo caso, "no hay duda de que el gas natural no desaparecerá de golpe" ni cuenta con fecha de caducidad "por un tema de que hay que garantizar la seguridad del suministro", agrega. Y es que el "el gas natural tiene un papel importante en la transición hacia una economía verde, al menos como colchón de seguridad para la renovables".

De todas maneras, "poco a poco" irá perdiendo peso y será sustituido por el biometano o el hidrógeno verde, según los expertos consultados. Por lo que respecta a la fusión nuclear, habrá que ver el tiempo que requiere para copar una buena parte del 'mix' energético total. En todo caso, a juicio de los expertos, todo indica que tendrá una implantación generalizada a largo plazo y su impacto en la aceleración de la transición energética tendrá mucho que ver con el ritmo de la aplicación práctica que pueda tener.

Ahí juegan factores como los costes que, al inicio de una tecnología suelen ser elevados y se van reduciendo a medida que se va generalizando su uso, como sucedió en su día con la solar fotovoltaica, por ejemplo, y que hoy han alcanzado un nivel muy competitivo.