Ágora | Artículo de Meritxell Serret

Por un Mediterráneo más justo, sostenible y próspero

Una mayor integración entre ambas orillas será útil para afrontar los desafíos comunes que nos interpelan

Un grupo de migrantes de origen subsahariano, a las puertas del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Melilla, después de haber saltado la valla con Marruecos, el 22 de julio de 2021.

Un grupo de migrantes de origen subsahariano, a las puertas del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Melilla, después de haber saltado la valla con Marruecos, el 22 de julio de 2021. / Europa Press

Meritxell Serret

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Este lunes es el Día del Mediterráneo y desde el Govern nos sumamos a la celebración para rendir homenaje y hacer valer un espacio que nos define, forma parte de nuestra historia y es donde seguiremos enmarcando nuestro futuro. Porque el Mediterráneo es fuente de riqueza.

La posición de Catalunya en el Mediterráneo nos otorga un rol estratégico en la resolución de retos globales inaplazables que tienen un impacto directo en todos los vecinos de la región. Por eso, entre otras cosas, en 1995 se impulsó aquí el Proceso de Barcelona, que culminó en el establecimiento del Secretariado de la Unión para el Mediterráneo. El Govern de Catalunya está comprometido desde sus inicios con este proyecto compartido, que establece un marco de cooperación entre ambas orillas para convertir la cuenca en un entorno de paz, estabilidad y prosperidad.

Catalunya hace de puente entre África y Europa. El movimiento de personas ha configurado la sociedad que somos hoy: diversa, plural y abierta. Un 20% de las personas recién llegadas a nuestro país han llegado de la orilla sur del Mediterráneo y concretamente la población marroquí es la más numerosa. La sociedad catalana no seríamos quienes somos hoy sin la contribución de las migraciones pasadas, presentes y las que deben venir en el futuro.

Los desafíos crecientes como la crisis climática o la soberanía alimentaria se suman a motivos históricos de la migración en el Mediterráneo como la huida de conflictos, la inseguridad política, la persecución u otros como la mejora de oportunidades laborales y educativas. Son personas que se marchan del lugar donde habitan para mejorar su calidad de vida. Ante esto, no puede haber resistencias, ni en el Mediterráneo ni en ninguna parte. Porque todos tenemos derecho y porque, por encima de todo, prevalecen y debemos contribuir a primar los derechos humanos y la dignidad de las personas.

La Estrategia Mediterránea de Catalunya, ligada a los objetivos de desarrollo sostenible, nos marca el camino a seguir en esta región del mundo, también en el ámbito de las migraciones, la inclusión y la interculturalidad.

Estamos convencidos de que una mayor integración entre ambas orillas será útil para afrontar los desafíos comunes que nos interpelan, y por eso desde Catalunya apostamos por impulsar la macroregión Mediterránea y estrechar los lazos con nuestros vecinos. Con esta estructura geoestratégica, recomendada por la Comisión Europea, podremos abordar cuestiones que superen las barreras administrativas y la lógica de las fronteras.

Cuando participamos en los espacios de incidencia sobre cuestiones migratorias a nivel europeo, insistimos en hacer virar a Europa hacia una sociedad más cohesionada, intercultural y garante de derechos y libertades. No queremos una Europa cerrada con sus fronteras, por eso trabajamos para que actúe ante las crisis humanitarias y atienda a las personas refugiadas con la dignidad que merecen. Queremos una Europa consciente de la importancia del Mediterráneo por su presente y su futuro, que asiente las políticas y relaciones euromediterráneas en los valores de la democracia y el respeto a los derechos humanos.

Y en esta línea, desde el Govern de Catalunya abogamos por que las vías migratorias entre ambas orillas del Mediterráneo sean seguras. Por ejemplo, velamos por la atención y la protección de los derechos de los menores que hacen solos el tránsito, así como por el bienestar de las comunidades migrantes.

Además, impulsamos proyectos para promover el desarrollo local y favorecer la mejora de las condiciones de vida en la orilla sur. Lo hacemos implicando a la sociedad civil, en particular dando voz a los jóvenes y empoderando a las mujeres. Y siempre de la mano de instituciones y entidades locales, con la participación de entidades catalanas, instituciones y organizaciones internacionales. Porque el trabajo en red es nuestra forma de afrontar los retos globales y ser útiles a la ciudadanía, en el Mediterráneo y en todas partes.

Conscientes de los retos globales mayúsculos, tenemos claro nuestro rumbo. Queremos hacer más Mediterráneo, poniendo siempre a las personas, sus derechos y bienestar en el centro, aprovechando las riquezas y oportunidades que nos ofrece para conseguir un futuro en un ecosistema más justo, sostenible y próspero para todos.

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