Artículo de Ernest Folch

De eso sirve la mesa de diálogo

Catalunya vuelve a ser el detonante de la última ruptura entre Sánchez y Feijoo. Primero los indultos y ahora la sedición: quizás la mesa de diálogo, aunque lenta, sea más útil de lo que pretenden sus airados detractores

Sánchez y Feijóo se reúnen en la Moncloa.

Sánchez y Feijóo se reúnen en la Moncloa. / EL PERIÓDICO

Ernest Folch

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No parece ninguna casualidad que haya sido justamente la posibilidad de rebajar el delito de sedición lo que encalló, en el último momento, el pacto entre el PSOE y el PP sobre el Consejo del Poder Judicial. Como no parece fruto del azar que esta sedición sea precisamente el cordón umbilical que une esta ruptura con el conflicto catalán, el punto exacto en el que nacen y estallan todas las crisis de la política española de la última década. Que Feijóo sacara en el tiempo de descuento la sedición para romper con Sánchez puede ser un chantaje, o una coartada, o una escenificación, o quizás todo un poco al mismo tiempo, pero en cualquier caso es la muestra que la derecha que presiona a Feijóo y la extrema derecha que la condiciona siguen siendo los auténticos yonquis del 'procés', que no ha sido solo un 'modus vivendi' en Catalunya: lo ha sido también y, sobretodo, en la derecha madrileña más radical, que ha visto como se disparaban sus expectativas electorales con el "A por ellos" primero, después con el 155 y más tarde acusando a Sánchez de "ceder ante el chantaje de los golpistas", la consigna más repetida en los medios y tertulias ultras de los últimos años. De hecho, Feijóo se ha comportado en el asunto del CGPJ como un títere más de una apisonadora mediática y judicial dispuesta a llevarse por delante cualquiera que intente moderarse, como sabe muy bien el desaparecido Casado.

En la última conversación entre Sánchez y Feijóo llama la atención que el presidente no cediera ni un milímetro y no se planteara en ningún momento retirar la reforma del delito de sedición. "Es un compromiso que he adquirido", se ha sabido que dijo Sánchez. Es decir, que fueron las negociaciones del PSOE con ERC los que actuaron como detonante definitivo del pacto que, esta vez sí, parecía inminente. Y como ya es habitual cuando se introducen grises en un conflicto de blancos y negros, el independentismo extremo ha reaccionado con una sobreactuada virulencia a la posibilidad de rebajar la sedición porque lo único aceptable, dicen, es su abolición, argumento que como era previsible también ha defendido Puigdemont. Ya sucedió lo mismo con los indultos: inaceptables, decían, porque solo cabía la amnistía. Es decir, el mismo estéril y cómodo todo o nada en el que viven algunos desde hace años. De eso va, en realidad, la última ruptura entre Sánchez y Feijoo acerca del CGPJ, y la reacción airada de los extremos: lo que subyace en su conversación final es que Sánchez prioriza su relación con ERC, y que lo ha hecho condicionado por la tan denostada mesa de diálogo. Una mesa en la que no se logró la amnistía pero sí un meritorio indulto que puso fin a una feroz e injusta prisión, una mesa que ha servido para reconocer oficialmente el conflicto catalán y que las dos partes se sentaran en estricta bilateralidad, y una mesa que ahora influye para que el presidente del Gobierno escoja seguir negociando rebajar el delito de sedición antes que ceder ante Feijoo y compañía. Por supuesto no es el único factor y nada de eso sería posible sin la actual aritmética parlamentaria, que da a ERC un poder indudable para aprobar cuentas y dar estabilidad. Pero mientras unos dicen que es inútil y otros que humilla al Estado, lo cierto es que la mesa, aunque muy lenta, pesada y a trompicones, desmiente a sus detractores. El independentismo que solo reclama máximos estériles (para que encalle) es incapaz de entender que en el 'Deep Madrid' los avances que ellos califican como ridículos son en realidad golpes en el estómago de la extrema derecha. Antes los indultos y ahora la sedición demuestran que quizás es más útil de lo que predican sus apocalípticos y enfadadísimos detractores.

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