APUNTE

El disfraz de Lewandowski

Lewandowski ya asusta

Lewandowski ya asusta

Sònia Gelmà

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El delantero polaco del Barça es un excelente vampiro para noches de terror como la del sábado en Valencia. Una noche de horror, no tanto por el peligro local, que fue menor, sino por el desarrollo de un guion que se encalló cuando podría haber resultado plácido si los jugadores azulgranas hubieran entrado al partido con los ojos inyectados de sangre. No fue el caso. 

Lewandowski ha heredado el papel protagonista que en su día tuvo en este equipo Leo Messi. No en cuanto a generación de juego, es evidente, pero sí en cuanto a sus cifras goleadoras. Las dianas del polaco resultan tan salvadoras como en su día eran las del argentino.

Rápida adaptación

Pero aunque su rápida adaptación nos haya sorprendido, si la dirección deportiva del Barça pagó una cifra tan alta por su traspaso, e incluso asumió un contrato largo por un goleador de 34 años, fue precisamente a cambio de esto. Estaban convencidos de que su rendimiento sería clave para el salto de calidad que necesitaba el equipo.

Sus goles son los que esperábamos, pero para que su fichaje tenga sentido global, es clave que le acompañe el crecimiento del conjunto. Si su presencia simplemente acaba disimulando las carencias de un engranaje deficiente, el Barça volverá a encontrarse en ese mismo punto donde nos dejó la salida de Messi: en medio de un tremendo vacío. 

La gran cantidad de goles de Lewandowski no pueden considerarse una mala noticia. Pregúntenle al resto de equipos, si no los querrían. El Barça de Guardiola también necesitaba los goles de Messi, incluso ahora, el éxito del City depende del acierto espectacular de Haaland.

Bienvenidas sean las dependencias, siempre que, más allá de esos goles, haya un equipo con recursos. Mientras el proyecto tenga un rumbo, el rendimiento de Lewandowski solo contribuirá a mejorarlo. Otra cosa es que toda idea quede reducida a sus goles, porque entonces, cuantos éstos no lleguen, quedará al descubierto el engaño. Messi ya disfrazó en su momento al Barça, seguro que el club aprendió de aquello. 

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