APUNTE

¿Y si llega una buena oferta por Pedri?

Pedri, rodeado de varios contrarios cerca del área interista.

Pedri, rodeado de varios contrarios cerca del área interista. / Matteo Bazzi

Albert Guasch

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Joan Laporta y su círculo de confianza deben hacer el esfuerzo de caminar sobre una línea fina al hablar de los capitanes del FC Barcelona. Eduard Romeu, el vicepresidente deportivo, dijo ayer lo que ya sabíamos, que la masa salarial está disparada y que hasta que los capitanes no acaben contrato, en dos temporadas, no se va a estabilizar. «Pero quiero remarcar que no es culpa de nadie, es una situación heredada», suavizó. La línea es fina, porque se entiende desde dentro que lo decente es no malmeter contra Piqué, Busquets y Alba, tres leyendas, y a la vez no hacerse sangre mordiéndose la lengua. Hay lo que se define como una decepción hacia ellos, sobre todo los dos primeros (al tercero se le considera causa perdida). Se pensaba que habían alcanzado un acuerdo en verano para la reducción de sus imponentes fichas y a la hora de firmar los jugadores y los agentes respondieron con la negativa (uno) o el silencio (el otro). 

No se quiere malmeter pero a la vez no se puede ocultar que mientras los tres mantengan semejantes cifras de ingresos individuales (el coste para la entidad es de 200 millones entre las dos campañas) no queda más remedio que incrementar los ingresos de club. Y ahí entra la venta de una parte de «la joya de la corona» (BLM, la empresa del merchandising) o la venta de un futbolista. Eso puede ser también una palanca, dijo Romeu. Y cualquiera entiende que si el club considera a un jugador como una posible palanca no está pensando en lo que pueden reportar Balde o Memphis. A ver qué pasaría si llegara al despacho del vehemente Mateu Alemany una buena oferta por Pedri, Gavi o Ansu Fati. Ojo que la respuesta desde dentro de la entidad no sería un portazo precisamente. Más bien, un ‘parlem’. 

Podría darse la paradoja de que una joya de la plantilla se marchara hacia una superpotencia europea mientras a la par se negocia el regreso en su declive de Leo Messi, para quien haría falta mucho hueco salarial si hubiera acuerdo entre las partes, que es de hecho lo menos difícil de la operación, pese a la tormentosa ruptura. Otra línea fina, otro alambre... Lo habitual de la vida en el Barça.

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