Artículo de Jordi Alberich

Inflación: sin soluciones sencillas

El margen real de la administración para limitar los precios es prácticamente nulo, a diferencia de lo que sucede con la energía, en que media docena de compañías ofrecen unos pocos productos

La inflación fulmina la paz laboral y avanza un otoño de protestas: “Salario o conflicto”

La inflación fulmina la paz laboral y avanza un otoño de protestas: “Salario o conflicto”

Jordi Alberich

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Durante el pasado mes de agosto la inflación se mantuvo por encima del 10%, lo que confirma que no tiene nada de pasajera. Un alza de precios que se acercó al 14% en el caso de los alimentos, generando una gran inquietud.

El encarecimiento de la cesta de la compra no debería sorprendernos, pues los productos energéticos y alimentos no elaborados son de una gran volatilidad; precisamente por ello, no forman parte de la inflación subyacente. Un hecho relevante que no resta trascendencia al drama de muchas familias, que ya no saben cómo hacérselas para alimentarse con una mínima suficiencia. 

Dicha alza de precios se sustenta en diversos factores, derivados en buena medida de la guerra de Ucrania; desde el aumento de la energía que castiga la elaboración y transporte, a la disminución de las enormes exportaciones ucranianas de grano. A ello podemos añadir una sequía que ha golpeado la oferta española y, también, la de grandes productores globales, como la India; sin olvidar el abuso en sus posiciones monopolísticas de los 'traders' mundiales de cereales, que campan a sus anchas en este mundo abierto y descontrolado. 

Así las cosas, el margen real de la administración para limitar los precios es prácticamente nulo, a diferencia de lo que sucede con la energía, en que media docena de compañías ofrecen unos pocos productos. Por el contrario, la distribución alimentaria, con sus miles y miles de artículos, está ya sujeta a una gran competencia, mientras que mejorar la eficiencia de las cadenas alimentarias, desde la producción a la venta al por menor, es una labor muy compleja que no se resuelve de hoy para mañana. 

Dada esa volatilidad que mencionábamos, a medida que se reconduzcan las disfunciones que sustentan la inflación global, los precios irán disminuyendo. Mientras, la única alternativa es afinar en la compra, con o sin la cesta de alimentos que pretende algún ministerio, y recurrir a las ayudas públicas directas para las familias más vulnerables. 

Suscríbete para seguir leyendo