La absurdidad de sembrar el desánimo

Los presagios económicos más funestos sobre qué va a ocurrir tras la vuelta de vacaciones campan por doquier. Parece como si estuviéramos llamando al mal tiempo constantemente. Queriendo ignorar que este no necesita de mucho empuje, llega solo. Es absurdo. Esa actitud no remedia nada. Solo la empeora.

La inflación se ha desbocado, cierto. Y es el mayor problema al que nos enfrentamos en un país de salarios bajos. Pero hay datos más que significativos que contrastan con el discurso catastrofista que se difunde sin tregua. Sacaba pecho el ‘conseller’ de Empresa, Roger Torrent, con razón. El paro se sitúa en mínimos históricos. Y, en particular, en Catalunya, donde jamás hubo tanta gente cotizando en la Seguridad Social. No es un dato menor cuando además se insiste una y otra vez en que las pensiones no son sostenibles.

Hay turismo –aunque a menudo se desprecie, cuando en buena medida vivimos de este– como antes de la pandemia. Y eso pese a una guerra por la que Europa va a pagar un alto precio y de la que Estados Unidos saca tajada como ya ocurriera en la Primera y Segunda Guerra Mundial. La OTAN se rearma, se aumenta el gasto militar y se compra más petróleo y gas licuado americano.

Port Aventura World –una de las mayores infraestructuras turísticas, no ya de Catalunya sino de España– está batiendo récords. Y la previsión es que cierre el 2022 con más visitantes que nunca. Más de cinco millones. Es solo un ejemplo, claro. Pero significativo. Hay festivales musicales por todo el país. El dinero fluye. Aunque la alcaldesa de Sant Adrià de Besòs estuvo a punto de arruinar, en la mismísima víspera, uno de los grandes, el ‘Barcelona Beach festival’, con el papeleo.

También Torrent anunció hace escasos días la mayor inversión extranjera en años, en Mont-roig del Camp. El ‘Financial Times’ ha proclamado a Barcelona la mejor ciudad europea en la estrategia de captación de inversión extranjera.

Es obvio que hay dificultades a la vista. Solo hay que llenar el depósito del coche o hacer la compra para confirmarlo. Pero seguir sembrando el desánimo no arregla nada y ayuda a empeorarlo todo.

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