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¿Puede el Barça reducir el salario de sus futbolistas?

El club puede reducir de forma unilateral el salario de un futbolista, sin necesidad de haber alcanzado un acuerdo con el afectado. Eso sí, para poder ejecutar esta medida, se debe acreditar la concurrencia de causas económicas

Joan Laporta informa de la situación de la entidad azulgrana

Joan Laporta informa de la situación de la entidad azulgrana / Toni Albir

Robert Gutiérrez Álvarez

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Debido a la crisis económica que atraviesa, el Fútbol Club Barcelona se plantea reducir el salario de sus futbolistas. Ahora bien, ¿podrá llevar a cabo dicha medida de forma unilateral? ¿Qué ocurre si los futbolistas afectados se oponen? Veamos.

La primera alternativa que tiene el club es intentar alcanzar un acuerdo con los futbolistas para conseguir una reducción del salario pactado. Una medida de este tipo es válida siempre que al menos se garantice la percepción por el jugador del salario mínimo fijado en el convenio colectivo (requisito que, evidentemente, se cumpliría en este caso). Así, si ambas partes se ponen de acuerdo, no existe ningún impedimento para llevar a cabo una rebaja salarial.

El problema radica en que muchos futbolistas no están dispuestos a renunciar a unos salarios que, por muy elevados que sean, se pactaron lícitamente con la anterior junta directiva. En este escenario, el club podría plantearse una cesión a otro club para ahorrarse la ficha o parte de ella (tal y como ocurrió con Coutinho en la temporada pasada), un traspaso a otro club, o simplemente ofrecer la carta de libertad para intentarse ahorrar la parte de ficha pendiente.

Si pese a ello existen futbolistas con los que no se llega a ninguna solución, el club podría adoptar medidas más drásticas, tal y como anunció Jan Laporta hace unos días. En este contexto, debemos tener en cuenta que la relación profesional que une a los futbolistas con el Barça se rige por una normativa muy básica que regula las relaciones laborales de los deportistas profesionales, y que, en lo no regulado por dicha normativa, se aplica de forma supletoria el Estatuto de los Trabajadores. Es decir, se pueden aplicar a los futbolistas las mismas medidas que el club podría adoptar con un taquillero, con una empleada del Museu o con el jardinero del Camp Nou. Pues bien, una de dichas medidas, denominada “modificación sustancial de las condiciones de trabajo”, permite al club reducir de forma unilateral el salario del futbolista. Esto es, sin necesidad de haber alcanzado un acuerdo con el afectado. Eso sí, para poder ejecutar esta medida de flexibilidad, el Barça debe acreditar la concurrencia de causas económicas. Dichas causas quedan acreditadas si, por ejemplo, existen pérdidas actuales o previstas, o se ha producido una disminución persistente del nivel de ingresos ordinarios o ventas del club. Dadas las declaraciones de los miembros de la junta directiva del Barça durante los últimos meses, parece evidente que el club podría acreditar dichas causas económicas con facilidad.

Mediante la modificación sustancial de las condiciones, el Barça puede ejecutar la reducción salarial de uno o de varios de sus futbolistas, según sus necesidades. Además, no debe tratarse de una medida lineal sino que puede adaptarse en función de la situación de cada futbolista, de modo que puede tramitarse una mayor reducción en los futbolistas que perciban unos salarios más elevados. Lo único que se exige es que la medida no sea discriminatoria, irrazonable y que se tramite conforme al procedimiento fijado en la ley. Por ejemplo, se debe comunicar la reducción salarial al futbolista afectado con un preaviso de 15 días.

A partir de ahí, si un futbolista se opone a la reducción salarial implantada a través de una modificación sustancial, podrá impugnar ante los tribunales. En tal caso, el juez decidirá si el Barça ha actuado correctamente o no. En este último caso, obligará al club a reponer al futbolista en sus anteriores condiciones y a mantenerle el salario que tenía pactado antes de tramitar la reducción. Si bien la medida no está exenta de riesgos, la única consecuencia es que el club volvería a la casilla de inicio. Esto es, a tener que pagar el salario que igualmente ya iba a tener que pagar, en caso de no optar por tramitar una modificación sustancial.

Uno de los pocos pronunciamientos judiciales que existen en esta materia dio la razón al Nàstic de Tarragona, club que hace unos años impuso una reducción salarial a dos de sus futbolistas una vez consumado el descenso de Segunda A a Segunda B. Según la sentencia, el descenso de categoría supuso una reducción drástica de los ingresos y ello justificó la concurrencia de causas económicas. Si el legado de Bartomeu ha sido ruinoso y el mantenimiento de la masa salarial actual es insostenible, ¿no les parece justificada la adopción de una modificación sustancial? Veremos cómo procede Laporta.