Artículo de Desirée de Fez

¿Qué película te da miedo?

Muy pocas películas de terror dan miedo de verdad, ni siquiera muchas que han trascendido como obras maestras del género (y, sin duda, lo son) resultan realmente aterradoras

Fotograma de 'Black Phone'

Fotograma de 'Black Phone'

Desirée de Fez

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El 24 de junio se estrena en España 'Black Phone', la nueva película de Scott Derrickson. Hay una cosa que me obsesiona de ese director: sus películas de terror dan miedo. Supongo que suena absurdo destacar que una película de terror dé miedo, pero creo que no lo es tanto. No todo el cine de terror da miedo, especialmente el contemporáneo. De hecho, muy pocas películas de terror dan miedo de verdad, ni siquiera muchas que han trascendido como obras maestras del género (y, sin duda, lo son) resultan realmente aterradoras. A la espera de ver 'Black Phone', Derrickson tiene dos películas que, total o parcialmente, dan muchísimo miedo: 'El exorcismo de Emily Rose' (2005) y, sobre todo, 'Sinister' (2012). La última, que este año cumple diez años, es espeluznante.

Es obvio que no hay que olvidar un par de cosas. La primera, que ni a todo el mundo le da miedo lo mismo ni todos tenemos el mismo umbral de resistencia al cine de terror. La segunda, que no todos los espectadores entendemos lo mismo por pasar miedo con una película. Habrá, por ejemplo, quien solo se asuste de verdad con los sobresaltos, o quien considere puro miedo lo que para otro solo sea una sensación de angustia. Aun así, tengo la sensación de que no hay tantas películas de terror que den realmente miedo (la última que me dio mucho miedo a mí es 'The Dark and the Wicked', de Bryan Bertino), y que es algo que ha ido a más los últimos años. La prueba más clara es que, incluso ante obras extraordinarias que probablemente harán historia del cine de terror, pocas veces (o ninguna) se pone el foco en el miedo que dan. Ni desde el público ni desde la crítica. Se habla y se escribe sobre sus temas de fondo, sobre las intenciones honestas o no de sus directores (esa conversación sobre el terror elevado que no hay manera de matar), sobre sus parecidos con otras películas que las preceden, sobre el diálogo entre los géneros puros y la autoría… Sobre mil cosas que, en realidad, tampoco le importan demasiado al espectador que quiere ir al cine a pasar miedo por placer. Pero pocas veces se destaca lo aterradoras que son. Ojalá lo nuevo de Scott Derrickson nos recuerde que el cine de terror puede dar muchísimo miedo.

Suscríbete para seguir leyendo

TEMAS