Racismo

Por una membrana

Paquistanís, colombianos, malienses, afganos, kurdos, mexicanos o palestinos también tienen derecho a ser acogidos y poder gozar de unos derechos básicos, como los ucranianos

A child is carried by a woman as refugees from Ukraine proceed to a gathering point after crossing the Ukrainian border with Poland at the Medyka border crossing, southeastern Poland, on March 11, 2022. - More than two and a half million people have fled the "senseless war" in Ukraine, the UN said on March 11 -- more than half to Poland. (Photo by Louisa GOULIAMAKI / AFP)

A child is carried by a woman as refugees from Ukraine proceed to a gathering point after crossing the Ukrainian border with Poland at the Medyka border crossing, southeastern Poland, on March 11, 2022. - More than two and a half million people have fled the "senseless war" in Ukraine, the UN said on March 11 -- more than half to Poland. (Photo by Louisa GOULIAMAKI / AFP) / Louisa Gouliamaki / AFP

Irene Jaume

Irene Jaume

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El otro día compartía en una red social un ‘meme’ en el que salía una cabeza de maniquí con una peluca rubia junto a una lente de contacto de ojo azul y que ponía con letra negrita: “Kit de buen refugiado 30€”. Haría gracia si no fuera porque es una tragedia a la que nos hemos acostumbrado: la tragedia de la violencia, de la inhumanidad y del racismo.

Noviembre de 2021: Polonia cierra la frontera con Bielorrusia para evitar la entrada de refugiados procedentes de Afganistán, Siria e Irak. Marzo de 2022: Polonia deja la frontera abierta para acoger a cientos de miles de refugiados ucranianos. La principal diferencia entre unos refugiados y otros no es otra que, cómo no, el color de la piel. Como si esta membrana resistente y flexible que nos cubre el cuerpo pudiera ser, de por sí, definitoria de nuestro futuro en este mundo. No solo a la hora de alquilar un piso o encontrar trabajo, también a la hora de tener derecho a una vida lejos de bombas, penurias y los aires de grandeza de caballeros que sacan toda la artillería para destrozar un poco más este mundo nuestro.

El Gobierno español, a su vez, aparte de enviar armamento como si fuera lo mismo que enviar ayuda humanitaria, ha aprobado la regularización de las personas ucranianas residentes en el Estado antes del conflicto bélico. Intento imaginar la cara que se les habrá quedado a todas las personas sin papeles que han tenido que venir a nuestra casa huyendo de otras guerras y situaciones deplorables y la sangre me llega al punto de ebullición. Que una membrana sea tan sumamente decisiva me produce arcadas y me exaspera, me enfada y me envenena. Por eso aprovecho esta tribuna para pedirle que firme la ILP Regularización Ya, impulsada por colectivos antirracistas de todo el Estado. Porque nuestros hermanos paquistanís, colombianos, malienses, afganos, kurdos, mexicanos o palestinos (por nombrar solo algunos) también tienen derecho a ser acogidos y poder gozar de unos derechos básicos que hace demasiado tiempo que les son negados sistemáticamente.

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