Estrenos de películas

Cine: Los cuerpos impacientes

Una nueva generación de cineastas, la mayoría mujeres, vuelve a poner en valor los cuerpos y a contar historias a través de ellos

Fotograma de 'El acontecimiento', de Audrey Diwan

Fotograma de 'El acontecimiento', de Audrey Diwan

Desirée de Fez

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Con motivo del estreno de su primer largo en Sundance, la película de terror 'Cerdita', Carlota Pereda hablaba de lo inspiradora que había sido para ella la forma que tiene Claire Denis en su cine de filmar los cuerpos. Citaba como influencia principal 'Trouble Every Day' (2001), filme en el que la cineasta francesa utiliza el canibalismo para explorar el deseo a través de los cuerpos. La película de Pereda coincide en el tiempo con otras dos propuestas, también firmadas por directoras, en las que el cuerpo es esencial. No solo porque los cuerpos estén en primer plano y la cámara los recorra y se detenga en ellos constantemente, sino porque la historia (tanto íntima como social) de sus personajes, todos femeninos, está contada a través de ellos. Son 'La hija oscura' (2021), ya estrenada, y 'El acontecimiento' (2021), que llegará a cines el 18 de marzo. La primera, el debut en la dirección de la actriz Maggie Gyllenhaal, está inspirada en una novela de Elena Ferrante y habla de maternidades no idílicas y de la imposibilidad de escapar de la culpa, incluso cuando no hay arrepentimiento. Y cubre dos momentos en la vida de su protagonista. En el presente es una mujer de 47 años (Olivia Colman) que pasa unas vacaciones sola en un pueblo costero. En el pasado, una chica en la veintena (Jessie Buckley) que se siente superada por sus estudios y por los cuidados de sus dos hijas pequeñas. Gyllenhaal explica la historia del personaje a través del cuerpo, muestra cómo la decisión que toma en un momento dado de su vida cambia, entre otras cosas, su lenguaje corporal, el lugar que ocupa en su propia piel. El cuerpo inquieto y anhelante de la protagonista en el pasado, una mujer que necesita tocar y ser tocada, es en el presente un cuerpo retraído, inseguro y con dificultades para leer al otro. Es asombroso cómo Gyllenhaal y, por supuesto, sus actrices exploran y reivindican el cuerpo como el mejor lugar desde el que contar a los personajes y sus historias. Muy distinta, 'El acontecimiento', dirigida por la francesa Audrey Diwan y ganadora del León de Oro en Venecia, está ambientada en Francia en 1963 y adapta un libro autobiográfico de Annie Ernaux en el que explica que, siendo estudiante de filología en Ruan, se quedó embarazada y decidió abortar en un país en el que el aborto estaba penalizado con prisión. Como Gyllenhaal, Diwan cuenta la historia de la protagonista a través del cuerpo. Anne (Anamaria Vartolomei) no quiere tener un bebé en ese momento y la sociedad le niega esa posibilidad. Y la directora explora toda la dimensión política de esa historia desde la observación, a ratos necesariamente incómoda, de ese cuerpo joven y vivo, cambiante, injustamente juzgado y, desgraciadamente, invadido con violencia y agonizante de dolor cuando la única salida es el aborto clandestino. 'La hija oscura', 'El acontecimiento' y, probablemente, 'Cerdita' no son las únicas películas recientes que ponen el foco en el cuerpo, que cuentan a través de él. 'Titane', sin ir más lejos, es otro caso contundente. Pero el secuestro del cine actual por el relato, por los temas y, en otra línea, por las prisas, genera demasiadas películas en las que los cuerpos son solo esbozos, pretextos medio dibujados o mal dibujados para contar una historia. Les falta fisicidad, vida, movimiento. Que una nueva generación de cineastas (los títulos citados hasta aquí son los primeros o segundos largos de sus autoras), la mayoría mujeres, vuelva a ponerlos en valor y a contar a través de ellos es algo valioso, interesante y sobre lo que pensar.

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