La UEFA y el respeto

La disputa del duelo de Copa de Europa entre la Roma y Madrid, y otros tantos partidos de la jornada, horas después de los ataques terroristas del 11 S, es una de las imágenes más insólitas, insensibles y desafortunadas que recuerdo. El mundo estaba conmocionado ante la magnitud de los acontecimientos, y los dirigentes de UEFA se limitaron a programar un minuto de silencio. Al día siguiente, y ante la presión de los clubes, suspendieron la jornada. Todo tarde y mal.

Desde la Segunda Guerra Mundial Europa no vivía una situación como la que ha desencadenado Vladimir Putin atacando Ucrania. El fútbol mira ahora a UEFA, que eligió el estadio Gazprom Arena de San Petersburgo como sede de la próxima final de Champions.. Uno de los miembros del comité ejecutivo de la UEFA que debe tomar la decisión de sacar o confirmar la sede es el presidente del Zenit, Alexander Dyukov, amigo de Putin y director ejecutivo de la petrolera rusa Gazprom Neft, filial de la matriz de gas y patrocinadora principal de la Champions. Bonita oportunidad para que la UEFA demuestre que el dinero nunca estará por encima de la la paz , ni la seguridad de los deportistas…

Las ayudas contra la Superliga

No es solo dinero. Aleksander Ceferín, presidente de UEFA sabe bien quienes le ayudaron ante la crisis de la Superliga. Al margen de la postura del gobierno británico de Boris Johnson, que disuadió a los clubes ingleses de seguir a Florentino Pérez, el apoyo económico ruso vía Gazprom fue su gran aliado, junto con el del dueño del PSG.

UEFA lleva años evitando que la violencia en la zona de conflicto afectara a sus competiciones.Por eso, rusos y ucranianos no pueden coincidir ni en fase de grupos ni en octavos.Ni clubes ni selecciones. Hasta ahora resistió el equilibrio, pero los bombardeos de Putin dañan la línea de flotación de la UEFA. La pirueta del Gazprom Arena se antoja ahora imposible. Lo de ‘ Respect', además de llevarlo en la camiseta, conviene practicarlo. 

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