Inhabilitación de Juvillà

Independentismo vegano

Se ha pasado de decir que para hacer la tortilla había que romper huevos a pretender hacer creer que se puede hacer tortilla sin huevos

Laura Borrás, presidenta del Parlament de Catalunya

Laura Borrás, presidenta del Parlament de Catalunya / Quique García (EFE)

Astrid Barrio

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La retirada del acta al diputado de la CUP Pau Juvillà como consecuencia de su inhabilitación por desobediencia por parte de la Junta Electoral Central ha dejado en cueros a Junts per Catalunya y muy particularmente a la que fuera su candidata a la presidencia de la Generalitat y actual presidenta del Parlament, Laura Borràs, que se ha convertido en la máxima representante de esa parte del independentismo que durante mucho tiempo ha ladrado mucho pero que a la hora de la verdad ha demostrado morder más bien poco. Porque a pesar de las críticas que en su día vertió hacia el anterior presidente de la cámara, Roger Torrent, por su comportamiento ante la inhabilitación del Presidente de la Generalitat Quim Torra, Borràs ha acabado por acatar la resolución de la JEC aunque de la forma menos honorable posible. Por un lado, culpando a los socios de la supuesta mayoría independentista, ERC y CUP, de haberla dejado sola, y eso que los anticapitalistas amablemente se han ofrecido a asumir la presidencia del Parlament y a asumir todas las consecuencias, aunque eso habría que verlo. Y por el otro, haciendo de la necesidad virtud y erigiéndose en madre protectora de los funcionarios del Parlament de Catalunya, se ha parapetado detrás de ellos para así no tener que asumir las consecuencias de la desobediencia tras años de instar a la desobediencia de los otros, claro está, porque justamente ahora, cuando la decisión la afecta directamente a ella, descubre que las decisiones de los políticos son ejecutadas por los funcionarios y que de ello se derivan responsabilidades para los unos y para los otros.

Sucede que una parte del independentismo no ya mágico sino hipócrita ha pasado de decir que para hacer la tortilla había que romper huevos a pretender hacer creer que se puede hacer tortilla sin huevos. Pero la independencia no puede hacerse sin costes y lo saben y, como algunas no están dispuestas a asumirlos en sus propias carnes, prescinden de los huevos y se hacen veganos.

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