Pros y contras

Del champú que se custodia como un tesoro

Un estudio reciente describe qué productos de supermercado son más atractivos para los ladrones. En primer lugar del ranking, las bebidas alcohólicas

Cola en un supermercado.

Cola en un supermercado.

Josep Maria Fonalleras

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Es una evidencia que la gente roba, por lo general y que, en concreto, también lo hace en los supermercados. Un estudio reciente describe qué productos son más atractivos para los ladrones, tanto por su valor como por la facilidad de esconderlos en una bolsa o en un abrigo con los bolsillos suficientemente anchos. En el primer lugar del ranking, las bebidas alcohólicas. De costumbre, los supermercados las tienen custodiadas en una vitrina con llave. Para no beber en ayunas, el ladrón se asegura una ración de jamones y embutidos ibéricos, que también suelen estar, los más caros, protegidos. Después ya vienen las hojas de afeitar, el chocolate, las cápsulas de café, los helados, las conservas y las pilas. Hay robos que entiendo, porque se trata de cosas pequeñas, fáciles de camuflar, pero me cuesta entrar en la mente del delincuente que roba helados, un producto que, por definición, es fungible a marchas forzadas. Y, sobre todo, me sorprenden los champús, también en la lista, y no dejo de embelesarme ante el escaparate donde los tienen cerrados a cal y canto, cada vez que la dependienta acciona el código secreto para hacerme entrega del tesoro supremo de un champú con sabor a limón que vale tres euros.

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