Debate político

Aragonès cumple el protocolo de los inocentes

El 'president' advierte de vez en cuando de que algo va a pasar si en la mesa de negociación no pasa lo que él cree que debe pasar, a pesar de que Moncloa ha anunciado que no va a pasar lo que el dirigente de ERC quiere que pase

Mensaje de Navidad de Pere Aragonès

Mensaje de Navidad de Pere Aragonès / Jordi Bedmar

Jordi Mercader

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El presidente Aragonès advierte de vez en cuando al Gobierno Sánchez de que algo va a pasar si en la mesa de negociación no pasa lo que él cree que debe pasar, a pesar de que Moncloa ha anunciado mil veces que no va a pasar lo que el dirigente de ERC quiere que pase. Esto sucede puntualmente, siguiendo un protocolo. A un acercamiento notorio de los republicanos a los socialistas, la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado o el pacto de renovación de cargos institucionales en Catalunya, le sigue una declaración para satisfacer a sus inquietos, como si todos los días fueran los Santos Inocentes.

Aragonès no pretende provocar ninguna tormenta con las frases declamadas en el discurso navideño. Tan solo que la prensa le obsequie con un titular generoso, del estilo “Aragonès avisa a Sánchez” para subrayar el supuesto gesto de autoridad. Un bálsamo para quienes creen que el 25% de castellano en las aulas provoca la desaparición del 75% de las horas en catalán (y que es culpa del PSC) o para aquellos que consumen impresionados por la publicidad nacionalista de las marcas comerciales prescritas por la ANC. ¿Pero de qué le avisa Aragonès a Sánchez? ¿De un levantamiento popular para declarar la república, en el caso de que los acuerdos del diálogo no superen las posibilidades del marco constitucional o de una repetición de la votación parlamentaria prohibida, que tan cara les costó a sus compañeros del anterior Govern? 

Estas proclamas no parecen incomodar al Gobierno Sánchez que, como toda respuesta, blande la Constitución. Tan solo el PP, Vox y Ciudadanos se toman a pecho estas amenazas porque les conviene. Lo único que consigue Aragonès es dar la razón a Junts, que se lo agradece exigiéndole mayor celeridad en levantarse de la mesa. La repetición del protocolo para compensar los acuerdos materiales con los socialistas debe obedecer al guion secreto de esta fase de transición hacia la aceptación de la realidad; de otra forma, no se entiende cómo trata ERC a sus seguidores. 

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