Una Navidad incómoda (de nuevo)

El año pasado se hablaba de "salvar la Navidad", y ahora, de "asegurar el abastecimiento de la Navidad", pero la incomodidad de unas palabras mal asociadas o desenfocadas, lejos de las personas, de la exclusión social, de la trascendencia... es la misma. A poco más de un mes de la Navidad, pasada la castañada y con los turrones en lontananza, quemando etapas sin darnos tiempo y espacio para vivir con plenitud el presente, la angustia de la segunda Navidad de la pandemia ya se ha instalado en el relato público.

La crisis de abastecimientos que afecta al comercio mundial es consecuencia directa de la pandemia, en un movimiento pendular propio del capitalismo rampante que asocia recuperación con voracidad y, en consecuencia, especulación e inflación de precios. Pero esta coyuntura es prima hermana de una crisis de explotación de recursos globales mucho más grave. "Acuerdo imperfecto" y "victoria frágil" son algunas de las expresiones que se han utilizado para describir el resultado de la COP26. Un consumo de energía y energías brutal en 15 días para denunciar el consumo de energía y no lograr ponerse de acuerdo en cómo reducirlo por no querer asumir su coste.

Todo ello no enmascara la pregunta que deberíamos hacernos sobre qué "necesitamos" realmente. Mucho menos de casi todo y mucho más de algunas cosas. Mientras celebro que a mi madre le acaban de poner la tercera dosis de la vacuna contra el covid-19 y que el 75% de la población de Catalunya de más de 16 años ya tenga dos dosis, vivo también con incomodidad que la cifra de la media en todo el mundo no llegue al 40% y ni a la mitad en los países con rentas más bajas. El decrecimiento y la redistribución deben ir de la mano para reducir desigualdades y posibilitar un futuro para más gente.

Hago una búsqueda de la palabra Navidad en artículos de otros años y la palabra "incómodo" es omnipresente. Un buen tema para el Adviento, veo. El apocalipsis de los suministros suena alto y claro mientras el reclamo del Black Friday se mantiene intacto, pero el del Banc dels Aliments también, y es el próximo fin de semana.

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