El abuelo se llevó el oro

Hubiese sido igualmente hermoso. Es más, probablemente muchos de ustedes piensen que el joven, el ‘rookie’, el novato, el debutante, el niño ya tendrá futuras ocasiones para bañarse en oro. Por ejemplo, este mismo final de temporada apoteósico que ha vivido que, visto desde el sofá, no puede ser más impresionante, pues el chavalito, Pedri, de solo 18 años, ha jugado hoy, en Japón, su partido oficial nº 73, auténtico récord mundial de esta temporada.

Pero Pedri, que fue uno de los seis grandes que ya brilló con Luis Enrique en la Eurocopa (sin premio), fue de los escogidos por Luis de la Fuente para que la rojilla se tomase la revancha y por poco lo logra. Bueno, no seamos tan forofos, la selección española, que llegó muy tocada a la final (ha sido la única que ha jugado partido+prórroga en cuartos, semis y final), jamás fue candidata al oro, pues Brasil, reina olímpica, siempre fue por delante en el marcador, en juego y en oportunidad ¡hasta falló un penalti!

Era, sin duda, la apuesta del sofá de hoy sábado, penúltimo día de estos Juegos Olímpicos que, vaya, bueno, sí, han sido olímpicos, pero, qué quieren que les diga, ustedes ya me entienden, ¿verdad?, poco juego, poco olímpico y poco espectáculo, pues hasta la hija de ‘The Boss’, Jessica Springsteen, logró la plata en el concurso de saltos por equipos.

Descanso para Pedri

Todo el peso estaba en Pedri, que veremos qué vacaciones le dan después de que el Barça se haya quedado sin Leo Messi, al que mañana oiremos escenificar, de nuevo, su amor, eterno, tremendo, emocionado, por el Barça, pero que se va y en nada, en horas, tendrá resuelto su problema, aunque deba añadir, otra vez, el llanto y las lágrimas de Thiago y sus hermanos por abandonar un lugar tan celestial como Castelldefels donde no hay dinero suficiente para retenerle.

Y es que lo que han hecho estos chicos de la ‘rojilla’ tiene un mérito increíble, desde luego muy superior a lo que ha cosechado el abuelo Dani Alves que, a sus 38 años, añadió su título 44 al palmarés más grande del fútbol mundial, mucho mayor que el de Messi y Andrés Iniesta, a los que aventaja en un puñado de cetros. No solo Pedri ha roto récords de partidos jugado, sino que el mismo Pau Torres, sí, sí, lo que están leyendo, ahora mismo está cogiendo un avión en Tokio para cruzar diez o doce veces el mundo y presentarse, mañana o pasado, en Belfast, donde le espera su equipo, el Villarreal, para enfrentarse, el próximo miércoles, al Chelsea, en el primer título de la temporada 2021-22, la Supercopa europea.

Locución impecable

No hay duda que esta final olímpica, que ha sido disputada pero, como casi todas las finales, no ha sido nada del otro mundo (ni fútbol), donde las dos selecciones han demostrado ser merecedoras del oro (insisto, España no hizo un gran partido, pero estrelló dos balones a la madera y careció –como le ocurrió a la grande de ‘Lucho’—de suerte en los momentos claves), tuvo una de las retransmisiones más correctas y amenas de estos Juegos.

Tanto el jovencito David Figueira, buen amigo, enorme profesional, tipo polifacético donde los haya, como el bueno del ‘Chapi’ Ferrer, hacen una pareja ideal. Y, sí, claro, cómo no, estando en RTVE, quieren (pero no gritan) que ganen los nuestros, pero reconocen cuando es y no es penalti.

Ferrer contó y fue muy gracioso, que esta final olímpica había reactivado el whatsapp de aquella selección olímpica del 92, integrada por auténticas fenómenos. “Nos hemos unido, de nuevo, bueno, siempre estamos juntos, pero no hemos podido empujar lo suficiente como para conseguir el oro”, se lamentó Ferrer al final.

Quien no se lamentó fue el ‘abuelito’ Alves, que, con 44 títulos en sus vitrinas, jugó los 600 minutos enteros, enteros, de todos los partidos de Brasil. ¡A ver quién se atreve a quitarlo! André Jardine, no, desde luego, pues le llamó cuando el PSG se negó a cederle a Neymar Jr.