La candidata Díaz Ayuso

Señora Freedom

La aspirante popular recuerda al Mr. Freedom de William Klein, que se presenta como superhéroe pero en realidad es un villano, uno que lleva la palabra libertad en los labios y grita ante un grupo de exaltados: “¡Los rojos y los negros son el problema!”

Isabel Díaz Ayuso

Isabel Díaz Ayuso / Alejandro Martínez Vélez / Europa Press

Silvia Cruz Lapeña

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A William Klein lo llaman iconoclasta, pero en realidad es un tocanarices. Un ejemplo son las fotos de Nueva York de los años 50 que podrán verse en Palencia en el I Festival Internacional de Fotografía de Castilla y León a partir del 19 de abril. Klein fue un fantástico fotógrafo de moda, pero cuando ‘Vogue’ le compró la idea de retratar las calles de la ciudad, optó por captar a críos con pistolas, mujeres desnortadas y gente gastada por el ruido, el humo y la violencia. El resultado no fue el que la revista esperaba y Klein tuvo que mudarse a París, donde aún vive, para que el cineasta Chris Marker, editor en el sello Seuil, las convirtiera en un libro con el que Europa vio una cara menos ‘cool’ de Nueva York.

Su exhibición, tan cerca de Madrid, le viene al pelo a una campaña electoral donde la favorita, **Isabel Díaz Ayuso**, presentó un espot donde corre sin descanso y enlaza más de lo que su equipo imagina con la obra de Klein, que además de fotos hizo películas. Para una de ellas embarcó a Simone Signoret, a Serge Gainsbourg y a otro francés que a veces es político y a veces periodista, Daniel Cohn-Bendit, ‘Dani el Rojo’. Con ellos rodó una sátira sobre la política mundial del momento –Vietnam, mayo del 68, el comunismo– y la tituló ‘Mr. Freedom’.

Llagas por el cuerpo

Mr. Freedom se presenta como superhéroe, pero en realidad es un villano, uno que lleva la palabra libertad todo el día en los labios y grita ante un grupo de exaltados que lo jalean: “¡Los rojos y los negros son el problema!”. Hay una escena brillante donde un personaje llamado María Magdalena le espeta al protagonista: “¡Fascista!” y a él, aunque valiente y desahogado, empiezan a salirle llagas por el cuerpo. Medio siglo después, la ficción ha superado a la ficción –¿qué otra cosa es una campaña?– y cuando a Ayuso alguien la define de esa forma, ella habla del “lado bueno de la historia” y aletea las pestañas, como quien recibe un elogio. 

Hay cosas de las que es mejor pensar que no han pasado. Quizá por eso William Klein rodó ‘Mr. Freedom’ después de participar en ‘Loin du Vietnam’, un documental guiado por el mismo Marker –que algo de todo esto sabía: fue el padre del llamado documental subjetivo– y codirigido por cineastas como Agnès Varda o Jean-Luc Godard, entre otros, que dieron su visión de aquella guerra. “Los documentales tienen poca repercusión y aburren a todo el mundo”, dijo Klein y quizá tenía razón. A saber qué dirá ahora, tantos años después y a sus 92, en una sociedad donde se escupen cosas –tuits, eslóganes, espots– que es mejor creer que son mentira. El problema es que tratándolas así, aumenta la posibilidad de que se repitan. Quizá por eso Klein coló imágenes reales de manifestaciones contra la guerra de Vietnam en ‘Mr. Freedom’, una película divertida solo en parte y desesperanzadora hasta el final, pues aunque al protagonista le basta su torpeza para anularse al detonar una bomba que le explota en la cara, es obvio que no es el último de su especie y que pronto tendrá recambio.