Ágora

Josep Baselga, un legado más allá de la ciencia

El titán de la lucha contra el cáncer fue un líder visionario, un luchador con un magnetismo fascinante

Baselga

Baselga / Albert Bertran

Sol Daurella

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Josep Baselga, el titán de la lucha contra el cáncer. Ese guerrero al que el destino no le dio ningún arma para librar su batalla más importante. La de su propia vida.

La noticia de la muerte del doctor Josep Baselga nos golpeó por sorpresa el pasado domingo. Inmediatamente se sucedieron las muestras de afecto hacia la familia y de reconocimiento y admiración por la figura del que, sin duda, será recordado como uno de los principales científicos de nuestro país, con un impacto internacional extraordinario. Esta reacción de cariño, de una magnitud tremenda, ha sido unánime en nuestra sociedad y es por ello por lo que he querido dejar pasar unos días para enfatizar, si cabe, con estas líneas, la extraordinaria labor que Baselga desarrolló en la Fundación Fero desde su compromiso para con la ciencia y, por encima de todo, con sus pacientes.

Porque Baselga deviene por credo y convicción en el arquetipo de científico humanista que sitúa al paciente en el centro de todo su trabajo. Poseía una mente rápida y brillante, capaz de hacer tangibles sus ideas en cortos espacios de tiempo. Gran impulsor del innovador concepto de investigación oncológica traslacional, aplicando a los pacientes lo antes y de la mejor manera posible los avances del laboratorio.

Sin embargo, y como presidenta de la Fundación Fero, que él creó e impulsó, quisiera hacer una reflexión sobre la persona de Josep Baselga más allá de sus logros como investigador, ampliamente glosados por sus colegas en días recientes.

Para mí, Josep Baselga fue un líder visionario, un luchador con un magnetismo fascinante. Tenía la extraordinaria capacidad de ver más allá de los límites que a veces nos autoimponemos el resto de los humanos. Lo demostró en su implacable lucha contra el cáncer. Él siempre decía “el cáncer lo curaremos”, así, en primera persona del plural, porque conseguía hacernos sentir a cada uno de nosotros, desde cualquiera que fuera nuestra responsabilidad, parte indispensable de ese gran reto.

Herederos de su espíritu

El pasado jueves, en el transcurso del funeral en el que familiares, colegas y amigos le dimos el último adiós, la inmensa tristeza que me embargaba se tiñó de optimismo y esperanza al oír las palabras que le dedicaron sus hijos. Entendí que Josep Baselga, el luchador, el líder, había conseguido trasladarles la ambición, la determinación y la voluntad de tener un impacto positivo en la sociedad.

Nosotros, el patronato y el pequeño gran equipo de la Fundación Fero, nos sentimos también herederos del espíritu de Josep Baselga y afrontamos con renovadas energías y entusiasmo los objetivos que en su día nos marcamos junto a él.

Yo misma, hoy más que nunca, tengo que agradecerle a Josep Baselga la confianza que depositó en mí al sucederle en la presidencia de la Fundación Fero. No era una tarea fácil. Resultó un reto para mí, con el precedente de su potente liderazgo y su capacidad de inyectar la energía, el optimismo y el orgullo de pertenecer a un proyecto común en beneficio de toda la sociedad.

Creo que una de las iniciativas que mejor reflejan el espíritu y el legado del doctor Baselga son las Becas Fero que él mismo impulsó con la idea de retener y atraer talento joven que nutriera los centros de excelencia de nuestro país. Gracias a estas ayudas, más de 30 jóvenes investigadores en los últimos 10 años han conseguido quedarse o volver a nuestro país para desarrollar sus carreras en el ámbito de la investigación oncológica traslacional de primer nivel.

Termino con unas palabras de uno de los beneficiarios de la Beca Fero: “Al lado del doctor Baselga aprendí a mirar el cáncer sin resignación. No como una derrota sino como un reto que afrontar y contra el que luchar cada día”.

Y yo añado: “Hasta que lo consigamos”.

Gracias, Pepe.