Mi burbuja navideña

Nadie pone en duda que este nuevo año nos ha traído, aparte de muchos virus, un montón de palabrejas curiosas. Coronavirus, confinamiento, teletrabajo, allegados o burbuja. Me gusta la burbuja, aunque no acabo de entender muy bien su significado. Por lo visto, tu burbuja está formada por las personas con las que convives. Que acostumbran a ser las mismas con las que compartes hogar. Si eres soltero, la cosa se pone complicada. ¿Mi burbuja somos yo y mi gata? Dormimos bajo el mismo techo, pero me paso la mayoría de las horas del día con otras personas más humanas.

Luego está la burbuja de sangre o adopción, esa familia de madre, padre y hermanos con los que pasaremos las fechas señaladas. A veces hay tíos, cuñados y abuelos. Como máximo 10 y no podemos ser más de dos burbujas. Yo cada día desayuno con mis vecinos, oficialmente no son mi burbuja pero los veo más que a mi madre. Y desde que nos hacen levantar de la silla a las 9:30, parece como que estamos más unidos, con el café para llevar en la mano, resguardándonos del frío debajo de un árbol. Es la burbuja del bar del chino.

Luego está la burbuja surrealista. El otro día tuve la desgracia de tener que asistir al funeral de un familiar. Llevaba los papeles preparados ya que era fuera de mi zona perimetral. No solamente no me paró nadie sino que la carretera estaba llena de coches. Me sentí como Truman cuando descubre que hay un mundo fuera de su 'show'. Tranquila porque estaba haciendo las cosas bien y porque en teoría, en Catalunya podemos ir a ver a gente cercana. 'Gent propera'. Un concepto que me parece apasionante. Parece que hablamos solo de contacto físico, pero es que el concepto 'gente cercana' se puede referir a alguien que está muy lejos pero emocionalmente muy cerca de ti. En esos casos, casi es mejor pillar una 'tablet' y tirar de videoconferencia. Yo, que tengo muchos amigos, soy incapaz de crear una burbuja para pasar la Nochevieja. No puedo. ¡Me siento tan mal teniendo que escoger! Estoy pensando seriamente en pasar la última noche del año 2020 sola en casa. Con mi gata. Viendo la tele como cuando tenía 12 años. Me pillaré una pizza y a dormir. No quiero atragantarme con las burbujas del cava sufriendo por si me detienen cuando vaya para casa. No me apetece.

Qué suerte tenemos, los que esto de la Navidad nos importa un autentico rábano. Allegadas, allegados, os quiero. No me lo tengáis en cuenta. El año que viene será mejor. Seguro. No nos queda otra.