La tribuna

Los exmilitares y Vox: el pasado y el presente

Las misivas enviadas al Rey y el empeño de la ultraderecha de erigirse en brazo político de las milicias son dinámicas del siglo XX adaptadas al XXI

Desfile militar durante el izado solemne de la bandera de España con motivo del Día de la Constitución.

Desfile militar durante el izado solemne de la bandera de España con motivo del Día de la Constitución. / Emilio Naranjo / EFE

Xavier Casals

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El envío de sendas misivas al Rey por militares retirados ha creado un sobresalto político. La primera, con 73 firmantes, sostiene que el Gobierno, apoyado por “filo etarras e independentistas”, amenaza a “la Unidad Nacional” y que tal temor anida en “la mayoría de los españoles”. La segunda, una 'Declaración de militares retirados ante la situación actual de España', con más de 400 adhesiones, afirma que el Ejecutivo es un “grave riesgo para la democracia”, amenaza a “la unidad de España” e impone “un pensamiento único”. En general, la clase política ha censurado estas iniciativas, Vox ha aludido a sus firmantes como “nuestra gente” y el monarca guarda silencio. 

¿Cómo interpretar el episodio? Desde nuestra óptica, este refleja una encrucijada entre pasado y presente por el afán de los exmilitares de recurrir al Rey con fines políticos y el de Vox de erigirse en “brazo político” de la milicia, como han hecho históricamente las formaciones de ultraderecha. Veamos ambos aspectos.

El 'Rey-soldado' como instancia suprema

Durante el siglo XIX
Alfonso XIUna Constitución aprobada en 1876 otorgó al monarca poderes amplios y le convirtió en 'Rey-soldado'

En este marco, Alfonso XIII (que reinó desde 1902) hizo del Ejército su dominio reservado e impidió que el Gobierno lo dirigiese. Ello alentó la autonomía militar y las facciones castrenses de la época presionaron a los ejecutivos con declaraciones a la prensa y transmitiendo directamente sus opiniones al Rey para que actuara. 

En 1976 un grupo de mandos hizo llegar a Juan Carlos I una misiva para reorientar el Gobierno de Carlos Arias en sentido autoritario

Esta pauta militarista perduró y en 1943 Franco (un 'soldado-Rey') recibió la carta de ocho generales pidiéndole que restaurase la monarquía. Y aún en 1976 un grupo de mandos (que incluyó a los ministros militares) hizo llegar a Juan Carlos I una misiva para reorientar el Gobierno de Carlos Arias en sentido autoritario. Se la entregó el general Fernando de Santiago y, según el historiador Javier Tusell, el Rey le “disciplinó […] situándole en sus competencias”. En suma, los exmilitares que han escrito a Felipe VI como mando castrense supremo o 'Rey-soldado' (obviando la ley de 1984, que asigna al Gobierno la dirección del Ejército) han recurrido a un viejo mecanismo de presión.

La ultraderecha como 'partido militar'

extrema derecha española, en el siglo XXPrimo de Rivera, fundador de la Falange, aludió al Ejército como “salvaguardia de lo permanenteFuerza Nuevacultivo que hoy hace Vox del universo castrense ultrapatriota

La difusión de estas últimas, en síntesis, refleja cómo dinámicas del siglo XX (el recurso castrense al 'Rey-soldado' y la acción de la ultraderecha como 'partido militar') se adaptan al XXI: el fin de las misivas al monarca ya no es que este actúe en consonancia, sino marcar la agenda política, lo que solo puede beneficiar a Vox. El ruido de sables se ha transformado ahora en ruido en las redes.

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