Violencia machista en redes: silenciando la voz de las mujeres

Aunque hay muchas mujeres jóvenes más empoderadas de lo que estábamos hace 30 años, las reacciones contrarias también se producen de forma más agresiva

Acosadas en red

Acosadas en red / El Periódico

Lourdes Muñoz Santamaría

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Las diversas manifestaciones de la violencia machista en el ámbito digital, requieren de un abordaje específico para avanzar hacia el aún lejano derecho a una vida sin violencia de las mujeres, porque el espacio virtual gana peso en nuestras vidas.

Estos días de reflexión sobre la violencia machista, querría destacar la intensidad y el crecimiento de los ataques coordinados en redes sociales a perfiles de mujeres feministas, especialmente si son mujeres que defienden abiertamente sus posturas, mujeres que muestran sus propias posiciones en el ámbito público.

En el ámbito digital existen manifestaciones específicas de la violencia machista. Se ha recurrido a una clasificación propia de la violencia machista digital, basada en las metodologías u objetivos concretos que se usan, diferente a la habitual basada en las forma en que se ejerce -física, sexual, psicológica y económica- , para cubrir así, nuevos contextos en las relaciones que se producen entre lo virtual y lo físico. 

Un reciente estudio realizado por el proyecto Equal recoge hasta 8 clasificaciones realizadas por diferentes instituciones y grupos de expertas, de violencias machistas 'on line'. Además, se proponen 9 tipologías concretas de violencias machistas en la red social Instagram:  robo de identidad, interacciones reiteradas sin consentimiento con insultos sexistas o contenido sexual, difusión malintencionada, ataques coordinados, vigilancia y control, captación para abusos o explotación sexual, menosprecio o promoción del machismo y desamparo en la red antes estas violencias.

Aunque hay muchas mujeres jóvenes en redes más empoderadas de lo que estábamos hace 30 años en otros espacios de debate público, las reacciones contrarias también se producen de forma más agresiva.  Los  ataques masivos a perfiles en redes sociales  y en muchas ocasiones organizados, tienen por finalidad anular la participación política de la mitad de la sociedad y supone otra de las violencias a que se enfrentan las mujeres.

Silenciar la voz de las mujeres a lo largo de la historia no es nada nuevo, ni intentar silenciar las voces feministas tampoco. Las mujeres han sido invisibles en la historia, de hecho diversas iniciativas recuperan las mujeres referentes de distintas disciplinas:  inventoras de tecnología, escritoras, arquitectas, músicas … 

Históricamente muchas mujeres se han ”saltado las reglas”,  marcaron la historia defendiendo sus ideales, pero fueron “castigadas”. Olympe de Gouges fue guillotinada por defender que las mujeres se incluyeran en los “derechos del hombre”. Respecto a la historia de las sufragistas que participaban en las marchas de la 'Union of Women’s' -  destacadas por sus métodos de concienciación no violenta-  hay que decir que muchas mujeres se vieron afectadas en su reputación o su empleo.

Casi todo lo que podemos hacer, es porque otras antes se atrevieron a desafiar las reglas. Y en peores condiciones. Hemos tenido que conseguir cada tribuna, cada micrófono y cada escaño. 

Contexto de confrontación y manipulación en las redes sociales

Existe una tendencia que propone actuar en las redes sociales para combatir fenómenos como las fake news y la infoxicación para evitar las acciones coordinadas de grupos de poder, y garantizar derechos a la información veraz y los procesos democráticos. Las plataformas tienen una gran responsabilidad y disponen de las tecnologías más punteras para abordarlo, pero ésta no puede ser una opción corporativa sino un derecho de la ciudadanía que se debe regular

Además de este contexto de polarización en las redes hay una respuesta misógina. Aunque el feminismo está de moda y más aceptado socialmente, aún existen hombres que se enfrentan de forma agresiva a las mujeres por el hecho de defender sus derechos, tanto en espacios físicos como en las redes, y en éstas se manifiestan de forma más virulenta. 

Las mujeres no podemos permitir que nos silencien en las redes, siendo como son, uno de los espacios donde se producen los debates públicos y donde debemos poder ejercer la ciudadanía plena. Las instituciones deben poner el foco en que las redes sociales sean un espacio donde las mujeres puedan participar libres de violencia.

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