SERIES

Un episodio inolvidable

Imagen promocional de la cuarta temporada de 'Fargo'

Imagen promocional de la cuarta temporada de 'Fargo'

Jordi Puntí

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El capítulo final de la cuarta temporada de 'Fargo' (Movistar+), emitido esta semana, confirma que es una de las series más brillantes de los últimos años. Partiendo del imaginario de los hermanos Coen, cada entrega se sitúa en una época distinta; y además su creador, Noah Hawley, sabe dar unidad al proyecto a través de un estilo propio. Sin embargo, tal vez esta nueva temporada ha sido la más convencional. Los actores estaban espléndidos, había sorpresas de guion y personajes desclasados, pero la trama de gánsteres en Kansas tenía giros y diálogos previsibles. Es probable que esta fuera precisamente la intención para destacar el trasfondo de la serie, tan actual: que la historia de los Estados Unidos está hecha de violencia y, al final, los afroamericanos siempre son los que salen peor parados.

En medio de esta violencia, el noveno episodio sobresalía por su belleza y audacia visual. Filmado en blanco y negro, era un contrapunto al ritmo brutal, y tal vez lo más cercano al universo Coen de toda la serie. El periplo de un chico negro y un irlandés que huyen de los gánsteres italianos los lleva a una pensión extravagante. Todo es comedido y poético, pero hay una gran escena en la que un tornado irrumpe en medio de una pelea a tiros y lo arrasa todo: casas, coches y personas, todo cielo arriba. Es como si de repente los elementos de la naturaleza se impusieran sobre el sinsentido de las guerras de bandas: la ficción absorbida por la realidad divina.

Ese tono excepcional me hizo pensar en otros ejemplos similares. Recordé el famoso capítulo de la mosca, en 'Breaking Bad'. Ese episodio de 'Los Soprano' que era todo él un sueño de Tony. El prodigioso plano secuencia que cerraba de forma trepidante un capítulo del primer 'True Detective'. O aquel episodio de 'Better call Saul' en el que Saul y Mike se pierden en el desierto. Seguro que hay muchos más ejemplos. Son excursiones estéticas y a menudo experimentales que se permiten los creadores. Y si la serie no acaba de funcionar en conjunto, el espectador recordará sobre todo esa exhibición de talento, como una firma del autor.