Vamos mal

Algunas conversaciones de Xavier Vendrell recogidas por la Guardia Civil sobre la gestión de la pandemia son difíciles de soportar, pero se atragantan definitivamente ante el: “Así, vamos mal”, que miembros de ERC han espetado al Gobierno por la operación Volhov. Si la investigación es más política que policial, deberá dictaminarlo el juez. Sentencias recientes alimentan esa suposición. Pero igual que la ideología no debe motivar un encarnizamiento judicial, tampoco puede ser un salvoconducto a la impunidad.

Las conversaciones de Vendrell con miembros del Govern, la patronal de las residencias y otros líderes políticos despiertan desasosiego. Porque desvelan la profunda inoperancia del Govern y porque sugieren unas transacciones público-privadas que conviene aclarar. Más del 70% de fallecidos en Catalunya por coronavirus estaban en residencias. Solo Castilla y Leon y Castilla-La Mancha superan ese porcentaje. La ciudadanía tiene derecho a saber qué ocurrió. Ya está bien de mezclarlo todo con la ideología, ya está bien de blandirla para ocultar abusos, cegar críticas o chantajear presupuestos. Así, vamos mal.