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Lo que el 'Abc' dice a Pablo Casado

El sondeo del diario dice que desde julio el PP baja mientras Vox sube

Pablo Casado, durante el comité de dirección del PP del pasado 5 de octubre.

Pablo Casado, durante el comité de dirección del PP del pasado 5 de octubre. / periodico

Joan Tapia

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Desde las elecciones de noviembre del 2019, la política de Pablo Casado respecto al Gobierno acusa indecisión en una cuestión capital. ¿Apuesta por el acoso y derribo al Gobierno (social-comunista) atacándole al máximo en todos los frentes? O, por el contrario, ¿se comporta como un partido moderado y de gobierno -el PP ha mandado en democracia casi tanto como el PSOE- y combina oportunamente la crítica implacable con la mano tendida en los asuntos de Estado?

Durante la pandemia, al negarse a las prórrogas del estado de alarma con la idea de que la crisis haría caer a un Gobierno relativamente débil que carecía de mayoría parlamentaria, Casado se inclinó por la primera opción. Luego el cese de la radical Cayetana Álvarez de Toledo como portavoz parlamentaria hizo pensar, por un momento, en un cambio de rumbo. Pero el reciente encontronazo respecto a la obligada renovación del Consejo General del Poder Judicial, los ataques a Pedro Sánchez acusándole de no defender al Rey frente a Pablo Iglesias, y el alineamiento con Isabel Díaz Ayuso en su choque de trenes con el Gobierno central, llevan a creer que el líder del PP sigue apostando por elevar la crispación esperando que así, junto a la segunda ola de la pandemia y la crisis social, acabe derribando al Gobierno.

Pero el Gobierno aguanta, aunque se equivoque y, como decía Zarzalejos el domingo, viva sobre un polvorín. Y mientras, la política de acoso y derribo no aumenta la intención de voto al PP. La encuesta de GAD-3 para 'Abc' del lunes 5 de octubre era concluyente. Desde el anterior sondeo de julio el PSOE mantenía sus diputados (subía uno, a 118), mientras que el PP perdía 18 (hasta 103) y, lo más relevante, Vox ganaba 13 (hasta 46). Cierto, el PP quedaba algo por encima de las elecciones y Vox por debajo, pero la clave es que el PP pierde gas y Vox se recupera.

La encuesta de ‘Abc’ ha sido terrible para Casado ya que la primera justificación de su política era liderar la oposición dura al Gobierno para segar el terreno a Vox. Y, además, en vísperas de la moción de censura de Abascal que deja al PP en la incómoda posición de sumarse a la extrema derecha o abstenerse. 

A Pablo Casado le cuesta liderar la oposición. Un día encarga a Álvarez de Toledo, que soñaba con una cruzada intelectual contra “el socialismo” -olvidando que la socialdemocracia es uno de los pilares de Europa-, y pocos meses después la destituye tras una entrevista a 'El País'. Y dicen que justifica las posiciones de Díaz Ayuso -con Miguel Angel Rodríguez, que se cree el creador de Aznar, detrás- diciendo que es la única que sabe plantar cara con energía a Sánchez desde una posición de poder.

No es extraño pues que los presidentes autonómicos del PP -Núñez Feijóo, en Galicia; Alfonso Mañueco, en Castilla y León, y el sorayista Jose Manuel Moreno, en Andalucía- se inquieten. Ellos son gobierno, no un partido de protesta, e intuyen que hacer un discurso opositor tan radical como el de Vox solo conduce a legitimar -y engordar- a la extrema derecha.

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